La “Nación Hebrea” en Surinam

LOS PASOS DE SEFARAD EN EL NUEVO MUNDO, CON DAVID ROSENTHAL – Considerando que el total de familias judías en Surinam por esta fecha no sobrepasaba los cincuenta, comprenderemos la preocupación del Gobernador Vorsterre por impedir un éxodo tan significativo. Todas las protestas de los comisarios ingleses tendientes a demostrar que los “de la Nación Judía” eran súbditos libres de Inglaterra no fueron atendidas; tampoco lo fue el argumento de que “su detención en la colonia era contraria al reciente Tratado de Paz” entre las dos naciones. Finalmente, se firmó un acuerdo por el que, en un plazo de 30 días, previo pago de todas las deudas pendientes se autorizaba también a los “de la Nación Judía” para embarcarse junto a los demás colonos. Sin embargo, como figura en la documentación inglesa, sólo dos judíos alcanzaron a partir el 12 de agosto de 1675 en los barcos que anclaban en Paramaribo. Se trata de Isaac de la Par(a) y de “Signior Aaron de Silvis”. Este último se embarcó en el “Hercules” junto a 33 esclavos de su propiedad. De los demás solicitantes por emigrar, no existe constancia de si abandonaron Surinam en una fecha posterior. Uno de ellos, por lo menos, Isaac Pereira, destacado colono judío, debe haber cambiado de parecer, tal como se deja ver en el mapa de Surinam confeccionado por Romeyn Doncker en 1678, en el que figura nuevamente su nombre como dueño de una plantación a orillas del río Surinam. Al comparar este mapa con uno anterior, hecho por Mogge en 1671, se observa que el número de plantaciones en manos de colonos judíos había aumentado considerablemente. Las amplias garantías y los “privilegios” otorgados por el gobernador Lichtenberg, en 1669, habían logrado el efecto deseado: no sólo se habían asentado en Surinam colonos judíos emigrados desde Cayenne y Essequibo; también habían llegado grupos de judíos, sefardíes y ashkenazíes, desde Holanda. A mayor abundamiento, mostraron los gobernadores holandeses un mayor interés por integrar a los colonos judíos en los diferentes grupos de defensa que se formaron con el objeto de protegerse de las permanentes invasiones provenientes de Inglaterra, así como también de las tropas francesas, que amenazaban, en forma cada vez más continua, desde la vecina colonia de Cayenne. Así se explica que el vicealmirante Abraham Crynssen, apenas conquistada la colonia de Surinam, nombrara comandante a Joseph Nassy en la región de los ríos Eracubo y Canamana, en la frontera entre Cayenne y Surinam. 

Tomado de la obra del profesor Günter Böhm: Los sefardíes en los dominios holandeses de América del Sur y del Caribe, 1630 – 1750

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