“La profesora de historia (Les Héritiers)” (2014), de Marie-Castille Mention-Schaar (Francia)
FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD –
Guion: Ahmed Dramé y Marie-Castille Mention-Schaar. Reparto: Ariane Ascaride (Anne Gueguen), Ahmed Dramé (Malik), Noémie Merlant (Mélanie), Geneviève Mnich (Yvette), Wendy Nieto (Jamila). Premio a la Mejor Película Seminci Joven
Anne Gueguen es una profesora de historia de instituto comprometida con sus alumnos y a la que le gusta involucrarse en sus problemas. Encargada de un curso de alumnos conflictivos y desmotivados que se consideran (como la práctica totalidad del resto del profesorado) unos perdedores sin futuro, termina desafiándoles a participar en el “Concurso Nacional de la Resistencia y la Deportación”, exponiendo lo que significó ser adolescente en un campo de concentración nazi. Anne usará toda su energía y creatividad para buscar motivar a un alumnado convencido de que van a hacer el ridículo pero que poco a poco comenzarán a creer en si mismos.
La película está basada en hechos reales, acontecidos en 2009 en el instituto Léon Blum en Créteil, Francia. De hecho el coguionista Ahmed Dramé, también actor, se inspira en su paso por ese centro educativo, donde asistió a las clases de la profesora Anne Gueguen. Esta mujer lleva 20 años dando clase e inicia el curso manifestando su deseo de que los chicos aprendan y no se aburran demasiado. Entre sus alumnos adolescentes los hay de variados orígenes étnicos, y no son los mejores estudiantes del mundo, lo que no le acobarda para proponerles participar en el concurso nacional. Y aunque al principio no se encuentran muy motivados y creen que la meta les sobrepasa, una adecuada orientación de Anne, ayudada por una compañera, es probablemente lo que necesitan para aprender, empelarse a fondo y trabajar en equipo.
El aspecto más conmovedor del film surge a partir del tema elegido para el concurso: “Los niños y los adolescentes en los campos de concentración nazi”, llegando a su clímax durante el testimonio desgarrador de León Zyguel, superviviente real de Auschwitz. De esta manera, los alumnos del Liceo se adentrarán en la historia de la Segunda Guerra Mundial, sus testimonios y víctimas; visitarán museos y notarán que algo dentro de ellos empieza a cambiar. La clase evoluciona hacia un mayor entendimiento y la convivencia mejora.
La profesora de historia lanza un mensaje positivo a favor de la consciencia colectiva y del trabajo en equipo, mientras pone su foco de atención en la adolescencia y aprovecha para rendir tributo a las víctimas del Holocausto.
La directora y coautora del guión, Marie-Castille Mention-Schaar, consigue un film admirable, de una gran naturalidad, que se convierte en un elogio a la profesión docente, y una mirada esperanzada a la juventud, los herederos del título original, que también encuentran en su vida diaria situaciones en las que dominan los prejuicios o las actitudes racistas, pero que en cualquier caso, aprendiendo historia, pueden prepararse para procurar no repetir los errores de los que les precedieron.
El trabajo de una grandísima actriz, Ariane Ascaride, como la profesora motivadora, se combina bien con el de sus jóvenes alumnos, la mayoría actores no profesionales. Las escenas en las aulas y alrededores resultan muy auténticas, y el conjunto invita a cultivar el espíritu crítico y el deseo de aprender y enseñar a los demás, valorando a cada persona y respetando su dignidad. Promueve de alguna manera y con gran efectividad una rebelión en las aulas contra la mediocridad. Aprender y convivir con los otros alumnos en armonía siempre merece la pena.