La religión en las elecciones políticas, con Gustavo Efron
DESDE ARGENTINA, CON NUEVA SION – En tiempos de campaña política, la estrategia de apelar a las emociones es un recurso hábil, porque las emociones no se discuten ni se cuestionan, simplemente se viven, se experimentan. Es allí precisamente cuando la política toma prestados los significantes y rituales de la religión. Entonces, no hay allí un campo de lucha desde la semántica ni la argumentación: el “yo siento” aparece lapidario frente al “yo pienso”, que parece frío, racional. Así, el discurso de autoayuda que vimos en la plaza del “Si se puede” en Argentina -por citar un ejemplo entre muchos-, es una apelación a la fe, al odio visceral y el miedo, que son incontrolables y grandes inspiradores de procesos regresivos y reaccionarios.