MUJERES JUDÍAS – Alette Henriette Jacobs fue una médica, sufragista y activista por los derechos de la mujer nacida en Holanda en 1854 y fallecida en 1929. Su familia judía estaba encabezada por un reputado doctor y era la octava de un total de doce hermanos. Desde temprana edad demostró su interés por la medicina, acompañando a su padre en las consultas, quien también la instruyó en lenguas como latín y griego y materias reservadas para los varones de la época como matemáticas e historia. Por entonces, no se permitía a las mujeres de su país cursar estudios secundarios. Pese a ello, aprobó el examen que la cualificaba como ayudante de farmacia, tras lo cual escribió al primer ministro de su país, solicitando permiso para acceder a la universidad quien finalmente se lo concedió y fue la primera mujer en asistir a una universidad nacional, así como la primera con el título de medicina y el doctorado en la historia del país. Tras adquirir conciencia sobre la impunidad de la prostitución y la trata de blancas, divulgó el uso de métodos anticonceptivos para controlar la natalidad y las enfermedades de transmisión sexual. Durante 14 años varios días a la semana pasaba consulta gratuita a prostitutas, indigentes y niños. Promotora de los derechos reproductivos y sexuales de la mujer en un contexto marcado por la intolerancia frente a los pensamientos progresistas, lejos de retirarse ante las acusaciones que recibía, instaló una clínica gratuita para mujeres vulnerables, que sería el primer centro de planificación familiar de los Países Bajos. Además, desde el mismo centro llevó a cabo otra mejora en la salud de las mujeres: en aquella época era habitual que las dependientas pasarán más de 10 horas de pie, causandoles grandes trastornos en la salud y también ginecológicos. Jacobs insistió en que las tiendas les facilitasen bancos en los que descansaran cuando no atendían a la clientela. Dos décadas después el asunto de los descansos se reguló en una ley. Adelantada a su tiempo se casó por lo civil con un hombre del movimiento pacifista. Al culminar sus estudios, Jacobs se trasladó a Londres, donde comenzó a reunirse con feministas y activistas por el control de la natalidad y el sufragio universal. En 1883, cuando se prohibió explícitamente acceder al voto a las mujeres, añadiendo la palabra “hombre” en la constitución de 1887, el descontento femenino generalizado contagió a Aletta, introduciéndola en el movimiento sufragista: en el año 1903 se convirtió en líder de la Alianza del Sufragio Femenino Internacional. Su lucha dio frutos cuando en 1919 se aprobó en los Países Bajos el derecho de las mujeres a votar. Tras acudir a la reunión del Consejo Internacional de Mujeres en Londres en 1899, Jacobs dejó la medicina en un segundo plano y centró sus fuerzas en el sufragio femenino. En 1915 participó en el nacimiento de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, una organización creada para oponerse a la guerra y para la participación de la mujer en la escena pública internacional, cuya primera presidenta recibió el Nobel de la Paz en 1931. Continuó trabajando por la causa feminista hasta su muerte.
La sufragista Alette Henriette Jacobs
Alette Henriette Jacobs, feminismo, Medicina, mujeres judías, sufragistas