LAS CLAVES DEL ODIO, CON ALEX BAER – El recuerdo del holocausto no es uniforme para todos. Los judíos ultraortodoxos, por ejemplo, lo entienden en clave de castigo por el pecado de alejarse de los preceptos bíblicos. El sionismo, por su parte, extrapolan de este desastre que la vida en la diáspora siempre será una quimera y que el único lugar seguro para los judíos es Israel. Una tercera interpretación, no judía, deriva conclusiones de tolerancia y rescata los valores de la democracia como baluarte ante la barbarie. La memoria también depende de la geografía y su grado de cercanía a los sucesos. Por ejemplo, en España sólo comenzó a conmemorarse a finales de los 90 y cada vez es más habitual que instituciones de todo tipo rindan homenaje, lo que denota el extraño fenómeno de un recuerdo más valorado a medida que se aleja temporalmente de su origen.