SIONISMO: NO SÓLO CUESTIÓN DE JUDÍOS, CON LUCIANO MONDINO – Ante la situación actual de Israel y su enfrentamiento cada vez más cercano con Irán, son muchos los estados árabes musulmanes pero sunitas (como Arabia Saudita, Emiratos, etc.) que miran con preocupación a la vez que esperanza esta confrontación. Desde la Revolución Islamista de 1979 en aquel país, quedó claro que su interpretación de la Guerra Santa de la Yihad pasaba por la eliminación de Israel. Desde entonces han ido creando alrededor del estado hebreo un «anillo de fuego» de grupos terroristas subalternos (lo que técnicamente se denominan proxies), empezando por Hezbolá en Líbano, grupos proiraníes en Irak y Yemen (hutíes), además de incluir a grupos sunitas como Hamás (es decir, cuya interpretación coránica no concuerda con la de los ayatolás). Desde aproximadamente el año 2001, este régimen se decantó por la obtención de armas nucleares como elemento esencial de su ideología de destrucción del «infiel». Años después, Israel y EE.UU. unieron fuerzas para un ataque cibernético sin precedentes que destrozó las centrifugadoras esenciales para el enriquecimiento del uranio con fines bélicos. Pero, en 2015, lograron suscribir con potencias amigas y otras un supuesto Acuerdo de moratoria del desarrollo nuclear que nunca se respetó y llevó a la salida del mismo de EE.UU. en 2018, además de potenciar el otro elemento necesario para una amenaza nuclear: el desarrollo de misiles balísticos de cada vez mayor alcance. Dicha estrategia sigue en marcha con el objetivo de destruir Israel, eliminar la presencia estadounidense en la zona de Medio Oriente y castigar a aquellos países del área que no se hayan puesto de su parte, empezando por Jordania.