PONLE NOTAS – Después de su primer álbum “Hashgachah” (supervisión divina), la polaca Jarmila Gorna nos vuelve a sorprender con “Aspaklaria”, un término en arameo que significa lentes transparentes. Jarmila nació en el escenario de la Gran Ópera de Lodz, en el que su madre canto tantas veces. Dando muestras de un talento musical precoz estudió piano, guitarra y canto, formando parte de una banda de música celta, pero en su interior se gestaba otro norte: el de la conversión al judaísmo. Este proceso místico la llevó a Londres en 1990, donde utilizó la tecnología para multiplicar su voz en coros increíbles. Su estilo es realmente indefinible, con reminiscencias de Kate Bush, Chick Corea, Ennio Morricone o el coro de las voces búlgaras. Algunos han llegado a calificar su voz de extraterrestre, aunque yo creo más en que aspira al misticismo. Además de Jarmila en voces y teclados, participa y produce David Farren en guitarras y programaciones.