“Los candiles de Albarracín”, con su autora Edith Scott Saavedra
SEFER: DE LIBROS Y AUTORES – La propia abuela de la autora de Los candiles de Albarracín “encendía la hanukía en secreto”. Edith Scott Saavedra cuenta la historia de las niñas judías Sara y Reyna y nos acerca también al drama de la conversión. Un drama que sufren algunos familiares de las protagonistas y que sigue marcando la vida de muchas familias, como la de la propia Scott Saavedra, quien, atraída por unas luminarias y bajo la inspiración de Isaac Luria, ha querido sacar de las sombras las tribulaciones de aquellos que abandonaron el judaísmo.
Los candiles de Albarracín (Floricanto Press que también ha publicado la novela en inglés, un texto al que Linda Jiménez dedicará un próximo English Corner) da voz a los judíos, musulmanes, conversos, mudéjares y cristianos de Aragón de finales de la Edad Media. Eran los años previos a la expulsión de los judíos de España en 1492, cuando el contrato social que había sostenido una convivencia bastante frágil se disolvía. Como autora, quería explorar las creencias religiosas, la identidad y la amistad entre fes. El impacto físico, emocional y espiritual de la conversión forzada al catolicismo. La peculiar lógica de los inquisidores y de quienes les dieron su apoyo. Las historias de personas ordinarias en tiempos no ordinarios.
Si bien esta es una novela histórica, no pretendo capturar en una sola historia la complejidad de la frágil convivencia de personas de diferentes religiones que existía en Iberia en la década de 1480. De tal vasta experiencia humana, es posible escribir una infinidad de historias. Candiles sigue la tradición de la saudade portuguesa – una historia de anhelo nostálgico de un pasado que fue testigo tanto a las amistades interreligiosas como al odio y la enemistad. Con demasiada frecuencia, el estudio de la historia nos muestra cómo agrupar a las personas en categorías ordenadas. Lo que me interesa es la fluidez de las interacciones humanas. También me apasiona poder restaurar la conciencia del patrimonio multicultural, en particular, el patrimonio que los regímenes han intentado destruir.
Los candiles de Albarracín tiene un trasfondo espiritual. En lo más profundo del texto espera agazapado, para los lectores que lo quieran descubrir, un viaje espiritual por lo oculto, basado en el Zohar, la Torá, el Talmud, el Sidur sefardí y su exégesis, así como el Corán y los escritos de los poetas filósofos musulmanes de España y Persia. Como proclama Reyna, el mundo es mucho más rico de lo que jamás podremos imaginar. ¿Es la belleza una revelación? ¿Brillan nuestras almas con la misma luz? Estos eran temas de debate espiritual en aquellos días. De los lectores depende la relevancia que puedan tener hoy. Los candiles de esta novela nos pertenecen a todos.
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