Los judíos de Italia (4ª parte): judíos romanos, judíos italianos


MILÍM: LA HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI – Los judíos de Roma se han convertido en los habitantes más antiguos de la ciudad: han vivido allí por más de 2.000 años. En esa larguísima historia han pasado por toda clase de vicisitudes, menos la de ser expulsados. En el Renacimiento, el estudio del hebreo se extendió desde la Roma del Papa León X hasta la Florencia de los Médici. Con el hebreo se difundió la influencia de la kabalá judía. El 12 de julio de, 1555, el Papa Pablo IV, también conocido como Giovanni Pietro Carafa, revocó mediante la bula Cum nimis absurdum, todos los derechos concedidos a los judios romanos, y ordenó la institución del gueto en el distrito de Sant’ Angelo, junto al Teatro de Marcelo, en una zona poco saludable propensa a las inundaciones, con las puertas cerradas por la noche y reabierto al amanecer. Esta zona fue elegida porque la comunidad judía, que en la antigüedad clásica vivió en la zona del Aventino y sobre todo en el Trastevere, constituía la mayoría de su población. Aparte del requisito de residir en el gueto, los judíos tenían que llevar un distintivo que les haría más reconocibles: un sombrero triangular. También se les prohibió cualquier clase de comercio como no fuera el de la venta de trapos o ropa usada.. Además, los judios fueron obligados a asistir regularmente a sermones que se llevaban a cabo en las iglesias adyacentes al gueto y que impulsaban su conversión. Entre las restricciones legales, sociales y económicas, hubo una que impedía a los judios tener más de una sinagoga, algo que fue eludido mediante la incorporación en un mismo lugar de cinco congregaciones diferentes o “coros”, las Scoles de los judios romanos (Temple y Scola Scola Nova) y Scole catalán, castellano y Sicilia, donde se reunían los exiliados. En 1586, con el Motu Proprio pietas Christiana, Sixto V revocó algunas restricciones y permitió una pequeña expansión de la zona, que alcanzó una superficie de tres hectáreas. Esta continúa siendo una historia extremadamante larga que culmina con la creación del Reino de Italia cuando los judíos de Roma alcanzarán la igualdad de derechos con los otros italianos y el primer alcalde de Roma será el judío Ernesto Nathan.
Aqui queremos citar el texto escrito por el historidor Arnaldo Momigliano sobre la historia de los judios de Italia: “…las diferencias en el tratamiento dispensado a los judíos en el pasado. Buena parte del sur y Sicilia – espléndidos centros judíos en la Edad Media – perdieron todos sus judíos en el siglo XVI, durante el dominio español. A veces se olvida que los judíos estuvieron excluídos de la mayor parte de Lombardía por más de un siglo, hasta que los espaloles fueron reemplazados por los austíacos en 1714. Además, están las diferencias de origen de los judíos mismos. Algunos de nosotros descendemos de los judíos que vivieron en Italia durante el Imperio Romano. Algunos son judíos ashkenazím que dejaron Alemania y se trasladaron a Italia, especialmente en el siglo XVI. Los contactos con el Oriente fueron constantes, sobre todo en Venecia y el sur de Italia, mientras los judíos pudieron permanecer allí. En la segunda mitad del siglo XVI el nuevo porto franco de Livorno atrajo a otros judíos de países musulmanes. Livorno siguió siendo la ciudad italiana donde con mayor facilidad pudieron vivir judíos por lo menos durante dos siglos […] las diferencias de origen se reflejaban en múltiples aspectos, con frecuencia había en la misma población tres sinagogas – la scola italiana, la scola tedesca y la scola spagnola – en Roma, hasta hace poco, había aún cinco sinagogas que mantenían una distinción interesante entre scola catalano- aragonese y scola spagnola… por otra parte el hecho de que los papas permitieran a los judíos residir en Roma y en Ancona no significia que pudieran vivir en Bolonia… Por otra parte, en Ferrara, durante el mismo dominio papal, los judíos prosperaron y conservaron el brillo que había caracterizado a su cultura bajo el gobierno de la casa de Este, que terminó en 1597… Pequeñas comunidades judías del Piamonte fueron Busca, Cúneo, Montovi, Asti, Chieri e Ivrea…”. Y esta historia continuó…

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