Los judíos de Oriente (19ª parte): la historia (también la de los judíos) cambia para siempre con la Toma de Constantinopla y el Descubrimiento de América

MILÍM: LA HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI – En esta muy extensa historia de las diásporas que venimos desarrollando en este valioso espacio que nos brinda Radio Sefarad creemos que nos hemos ocupado de la mayor parte de las comunidades existentes durante la Edad Media en Europa Asia y África. Si de alguna nos hemos olvidado, que no queden dudas de que subsanaremos ese olvido. Pero ahora queremos seguir hacia adelante en esa línea cronológica que nos marca el tiempo y la tradicional división en edades que estableció la historia como ciencia social. Nos hallamos ya en la Edad Media Tardía o en la Temprana Edad Moderna donde dos hechos fundamentales en la historia del mundo cambiarán para siempre la vida de millones personas. Una fue la conquista de Constantinopla por parte del Imperio Otomano, y luego como consecuencia, el descubrimiento del Nuevo Mundo por parte de Colón. Europa ha salido a la conquista del mundo desconocido y también del conocido, de la mano de portugueses y españoles. Lentamente el Mediterráneo irá perdiendo su papel protagónico en la economía europea y miles de personas cambiarán de a poco la fisonomía y las características de los lugares donde se irán instalando estos europeos que han decidido salir a la búsqueda de la fortuna y otros simplemente de la aventura.

Entre ellos se hallaban los judíos que no habían elegido libremente la partida de los lugares en donde habían vivido durante muchos siglos. Como los judíos de Castilla o los de Portugal. O como los de Sicilia. Desde 1348 gran número de judíos se fueron hacia el este europeo, a Polonia y a Lituania y al sur, a Italia, donde se instalaron en el Piamonte y el Véneto. Luego llegaron judíos que se fueron del sur de Francia, en tanto que otros se fueron, expulsados por el rey Fernando el Católico, del sur de Italia hacia el norte y el centro del continente. Cuando los otomanos conquistaron Constantinopla transfirieron poblaciones enteras a la ciudad, entre ellos a judíos de Grecia, Macedonia, Albania y Bulgaria, como también a otros lugares de Turquía. Judíos sefardíes y luego conversos llegaron a Estambul, Salónica, Alepo, Safed y Jerusalén. Algunos llegaron del Norte de África, otros a Italia, otros de Portugal, luego del 1500 y otros después de 1536. En el curso de una generación o dos, los inmigrantes sefardíes habían sobrepasado a las poblaciones judías locales dominando la vida comunal, religiosa y cultural. Mientras que en Estambul los judíos romaniotas y sefardíes persistieron en mantener fronteras comunales, culturales e identitarias, en Salónica, Alepo y Safed, los sefardíes predominaron rápidamente. Y esta historia continuará…

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