EL MICRÓFONO DE ALICIA PERRIS – Como recuerda Xavier Sagredo, Presidente de BBK, “Enmarcada por dos terribles guerras mundiales, la década de 1920 se caracterizó por una búsqueda incesante de nuevos caminos en multitud de áreas de la sociedad, del saber, el arte y la cultura. Conquistas como el ocio para la gran mayoría, la visualización de grupos minoritarios, el diseño de las ciudades modernas, la ruptura de tabúes, los descubrimientos científicos, como el nacimiento de la mecánica cuántica o el cuestionamiento de los roles de género, junto con la incipiente emancipación de las mujeres, son algunas de las líneas que indican el cambio de rumbo que se produce en esta época, donde la experimentación artística domina todos los campos”.

La muestra “Los locos años veinte” integra al Arte objetos y documentos, vinculados a la moda, la arquitectura y el mobiliario, el cine y la fotografía. La música y la danza son algunos de los campos que la exposición presenta, también desde diversos ángulos, con los que se pretende sumergir a los visitantes en la atmósfera de la época”.

Los diferentes sitios y “locus amoenus” (como el de la mecenas Peggy y su geografía personal en Venecia), que la familia judía Guggenheim dejó sembrados en varios países y continentes, resuenan una vez más, esta vez en Bilbao, en una realidad museística que trasciende con holgura las paredes de su edificio, aunque sea majestuoso y deslumbrante, o la convocatoria de una muestra que solo puede ser un marco de placer y gozo compartidos para todos. Y llega al Teatro Arriaga, también la música judía, donde se programaron 7 espectáculos, por la inspiración de su director Calixto Bieito, participante activo de esta nueva exposición del Guggenheim. Apagados los tambores de guerra en Oriente Medio por el momento, el ruido de las armas queda en sordina ahora con el Jerusalem Quartet y la voz de la soprano israelí Hila Boggio, (canciones en Yiddish del cabaret Varsovia, alrededor de 1920) presentes en el Arriaga.

Que la Paz les sea más dulce que los enfrentamientos y el duelo, cuídense siempre y hasta el próximo Micrófono. Shalom!
Alicia Perris