Los mediocres al poder: “El incinerador de cadáveres”

CINE Y SHOÁ CON AARÓN RODRÍGUEZ – The cremator de Juraj Herz es una de las mejores películas de la antigua Checoslovaquia, dignísima representante del “cine del deshielo” de los países bajo la órbita de la ex Unión Soviética. Se rodó en 1969, bastante tarde si la entendemos como una película holocáustica, aunque ortodoxamente no lo sea.

Se trata de una comedia de humor negro y horror que nos sitúa en los años 30, ese tiempo en el que muchos se dejaron seducir por el nazismo, sobre todo los mediocres, los nadie, a los que una cuota de poder hacía sentir mejor, superiores. Así es el protagonista de The cremator, el repulsivo señor Karel-excelentemente interpretado por Rudolf Hrušínský- decidido a ser el mejor al frente del crematorio que regenta dominando a familiares, amigos y empleados.

En 1972 el Festival de Sitges galardonó a The cremator con el Premio a la Mejor Película, Mejor actor y Mejor fotografía: la espectacular foto en blanco y negro es uno de los hallazgos de este largometraje, señala Rodríguez. Como apunta nuestro experto El incinerador de cadáveres es además del “retrato de un orgulloso gestor de la muerte” “una crítica al totalitarismo soviético”, y un espejo en el que comprobamos “nuestra fascinación por lo freak”.

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