FUERA DE FOCO, CON BRYAN ACUÑA – El 29 de diciembre de 2022, Benjamín Netanyahu accedió como Primer Ministro del Estado por sexta vez en su carrera política, es el Primer Ministro que más tiempo ha estado en el poder, superando incluso al desaparecido David Ben Gurión que fue el primero de los Primeros Ministros que tuvo su país desde su independencia en 1948.
El bloque que ha logrado conformar le ha permitido tomar posesión con 64 votos a favor de los 120 que componen el parlamento israelí. Sin embargo, el detalle principal para que Netanyahu pudiera lograr retomar el poder del país ha sido su alianza con partidos políticos de derecha dura, quienes se denominan a ellos mismos “sionistas religiosos”, complementados por los partidos religiosos tradicionales SHAS, compuesto y apoyado principalmente por religiosos sefardíes, así como Judaísmo de la Torah que está dirigido hacia el público religioso ashkenazí.
Este “matrimonio de conveniencia” logrado para dirigir la vigésima quinta Kneset (parlamento israelí) está señalado por una serie de retos que se señalarán a continuación a modo resumen, ya que cada uno implica análisis para los cuales el espacio no basta, pero queda el compromiso de seguir ampliando cada vez que sea requerido.
Para esto se han designado tres tipos de retos existentes para el país: internos, externos y el híbrido asociado con el conflicto palestino – israelí el cual se desarrollará en una segunda parte.
Cuando se designan los retos a nivel local se contemplan:
– Estabilidad política.
– Casos de corrupción.
– Seguridad del Estado y el peligro del terrorismo.
– Las minorías sociales con fuertes problemas estructurales; comunidades árabes, ultraortodoxos, palestinos con estatus especial, migrantes ilegales.
A nivel internacional:
-Ampliar las alianzas a través de los Acuerdos de Abraham.
– La amenaza iraní a través de su desarrollo nuclear.
– Distanciamiento con las comunidades en la diáspora, principalmente con los Estados Unidos.
– Relaciones con el gobierno de Washington, con Moscú y con Beijing.
– Relaciones con el gobierno de Joe Biden.
– Contactos con Vladimir Putin y Volodymyr Zelensky con el gobierno de Netanyahu.
– Las relaciones con Asia están a la orden de proyectos que ligan a Japón, India y países del entorno inmediato de Israel como Emiratos Árabes, pero con China el panorama es menos claro.
– Pendiente abrir los canales oportunos para abrir la posibilidad de la llegada de Arabia Saudita a unirse en los Acuerdos de Abraham y lograr ir cambiando el panorama.
Quedan pendientes los retos para el tema palestino, pero para este se requiere una columna propia ya que este por sí mismo es un problema que incurre en temas internos como externos.