MILÍM: LA HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI – En el año 966 Mieszko I, primer príncipe de Polonia, adopta el cristianismo convirtiendo así a su país en un Estado cristiano con su propio obispado en la ciudad de Poznan. En el año 985 coloca a Polonia bajo la protección del Papa para garantizar su independencia. Su posición hegemónica entre los polacos occidentales quedó notablemente fortalecida con la conquista de Cracovia. El rey Boleslao, coronado en 1003 como rey de Bohemia, tuvo el proyecto de crear un Estado unificado de los eslavos occidentales bajo el gobierno polaco, pero los germanos estaban absolutamente dispuestos a impedírselo y comenzaron su expansión territorial, política y militar hacia el Este.
En el siglo XI, el Sacro Imperio Romano Germánico se hallaba superpoblado, y su agricultura era demasiado elemental y primitiva para producir alimentos suficientes para una población creciente. La gente tenía problemas para encontrar tierras o trabajo en las ciudades. En las familias con más de dos hijos, el tercero no podía quedarse a vivir en los terrenos ocupados por su familia. La población germánica necesitaba imperiosamente nuevos espacios y territorios para poder vivir y cultivar la tierra. En el este, en Europa Oriental, había tierras abundantes y libres, y además la población era mucho más escasa que en el oeste. Las monarquías de esa región necesitaban a los pobladores que llegaran desde el oeste para proteger sus tierras de las invasiones de los mongoles De manera que a principios del siglo XI comienza la ola colonizadora germánica. Caballeros germánicos, y príncipes eslavos de Pomerania, Polonia, Silesia, Bohemia, Moravia y Mecklemburgo estimulan la instalación de campesinos y burgueses (habitantes de los burgos) en sus territorios. Luego entrarían en Rusia.
Las migraciones sobrepasaron los límites del Imperio, las órdenes religiosas que participaron en esta colonización fueron los agustinos y los cistercienses en tanto que las órdenes militares que participaron fueron los Caballeros Teutónicos, los de San Juan y los de Calatrava. Crearon hospitales, fortalezas y poblaciones. Como puede verse, el avance germánico hacia el Este tuvo diferentes modos y objetivos: la revalorización pacífica de terrenos sin cultivar, el establecimiento de mercaderes y colonos mediante el otorgamiento de privilegios o bien acciones violentas de conquista disimuladas mediante pretextos religiosos.
El 1156 la marca austríaca se había convertido en el ducado de Babemberg. Los monasterios y las abadías cistercienses que se crearon y edificaron en la región fueron centros de cultivo y focos religiosos e intelectuales. Parte de la población eslava, los vendo, eran opositores encarnizados de los caballeros, de los reyes germánicos. En ese momento el catolicismo estaba evangelizando la región, no obstante el Papa autorizó las campañas contra estos enemigos contumaces determinando que fueran las Cruzadas que culminaron en este caso con un gran fracaso. Las guerras y las atrocidades no impidieron el desarrollo da actividades de carácter religioso y económicas. Los pueblos fundados por señores germanos se hallaban a lo largo de las vías de comunicación, caminos y ríos, junto a pastos, bosques o terrenos cultivables. Los colonos germanos se rigieron por su propio derecho y aún en colonias exclusivamente eslavas adoptaron, dudamos que por su propia voluntad, el derecho germánico.
En el siglo XIII se inició una nueva ola expansionista germánica. El rey Ottokar II de Bohemia fundó en su reino más de 60 ciudades germanas. Estamos pues ante una historia que nos permite comprender mejor el contexto general en el que se enmarca el desplazamiento de los judíos desde el Sacro Imperio Romano Germánico, Ashkenaz, hacia Europa Oriental. Ya veremos que esos reinos, entre ellos el polaco, que se hallaban en esa región, recién se estaban organizando en una continua y permanente lucha por el poder y las tierras con otros aspirantes con los mismos objetivos. Pero la creación y organización de numerosos monasterios y poblados, la fundación de nuevas y numerosas aldeas y ciudades, también eran una nueva fuente de oportunidades para estos judíos que buscaban regiones donde vivir con mayor seguridad y prosperar gracias a las oportunidades existentes. Y veremos todo lo que sucedió hasta que este mundo judaico desapareció en la terrible catástrofe que significo la Shoá para el pueblo judío. Esta historia continuará…
Los orígenes de Ashkenaz (19ª parte): la Expansión Germánica hacia el Este de Europa en el siglo XII
Alicia Benmergui, Ashkenaz, historia, Polonia, Sacro Imperio Romano Germánico