Los orígenes de Ashkenaz (25ª parte): la historia de los judíos de Austria
MILÍM: LA HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI – Austria y su capital Viena han estado dentro de los confines del Imperio Romano: con su caída y aún antes fue invadida por diversas tribus bárbaras. Una de ellas, los bávaros, llegó para instalarse allí desde Bavaria y esto es lo que le dio su lengua y carácter germánicos. En el siglo VIII pasó a formar parte del Imperio Carolingio, lo que determinó su forzada conversión al catolicismo. Los Habsburgo sucedieron en el siglo XIII a los Babenberg en el dominio de la región. Rápidamente, los Habsburgo mediante convenientes matrimonios, se hicieron con el dominio de gran parte de Europa. El destino de Austria y de esta dinastía se había convertido en la misma cosa. Para los judíos esto tuvo0 graves consecuencias en algunos momentos de la historia y en otras se vieron favorecidos por la misma condición
En un pasado lejano y remoto la región donde se halla Austria formó parte del Imperio Romano. Cuando llegó su decadencia en el siglo IV, los hunos, godos, lombardos y vándalos cruzaron la frontera en varias ocasiones. Después de la caída del Imperio, la zona que es ahora Austria (todas las regiones al sur del Danubio), fue invadida por los bávaros, eslavos y ávaros. Mientras tanto, la tribu germánica de los bávaros se había hecho fuerte en los siglos V y VI en el oeste del país y en Baviera. Durante los siglos siguientes los asentamientos bávaros descendieron por el Danubio y ascendieron por los Alpes, un proceso por el cual Austria pasó a ser el país de habla germana que es hoy en día. Los bávaros pasaron a estar bajo el control de los carolingios y, en consecuencia, formaron un Ducado del Sacro Imperio Romano Germánico y quedaron bajo del poder del emperador Carlomagno, que conquistó la región en 788, estimuló la colonización e impuso la fe cristiana mediante el obligado bautismo. Como sector oriental de Francia, los principales ámbitos que ahora abarcan Austria fueron legados a la casa de Babenberg. La zona era conocida como la Marchia Orientalis y fue entregada a Leopoldo I de Austria en 976. La primera vez que fue utilizado el nombre de Austria es en 996 en el que su nombre se escribía como Ostarrîchi (Osterreich en una referencia al territorio de la marca de los Babenberg). Desde el siglo X al XIII Austria estuvo bajo el dominio de los Babenberg, que fueron sucedidos por la casa de los Habsburgo, cuya historia a partir de este momento y hasta el final de la Primera Guerra Mundial se funde con la de Austria.
El testimonio más antiguo de que algunos judíos, tal vez muy pocos, estuvieron en Austria fue el hallazgo por parte de un grupo de arqueólogos en el año 2008 en el cementerio de una guarnición romana del siglo III. El esqueleto del niño tenía un amuleto en forma de rollo donde estaban escritas las palabras Shemá Israel ( ¡Oye, Oh Israel! El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno). Aunque algunos la consideran como la evidencia más temprana de presencia judía, no estamos muy convencidos de que así sea. Los romanos (como todos los pueblos de la antigüedad y los no tan antiguos también) tomaron esclavos de todos los lugares que conquistaron y dominaron. Este puede haber sido el caso de un niño hijo de un esclavo judío. La información más certera provista por la documentación histórica existente es que se hallaban ya residiendo allí en el siglo X. Un documento, el “Raffelstettener Zollordnung” que era un compendio de tasas e impuestos entre los años 903 y 906, menciona la existencia de mercaderes judíos. Para el siglo XII se registra la llegada de judíos de Baviera y de la zona del Rin.
En 1244 el duque de Austria, el emperador Friedrich II, garantizó ciertos derechos a los judíos. Por esa razón la comunidad prosperó y creció, algunos de los judíos alcanzaron importantes posiciones burocráticas y también aumentó la inmigración de la población judaica desde tierras germánicas. Debido a la prosperidad creciente en ese siglo se creó en Viena un importante centro de estudios judaicos que tuvo una gran influencia en las regiones eslavas y germánicas. Existe en Viena un sitio donde es posible ver los restos de la más antigua sinagoga construida en Viena que data del año 1236. También son visibles las mejoras y modificaciones que hubo a lo largo de los siglos sobre este antiguo edificio, que evidencian el crecimiento de la comunidad y su prosperidad. Este edificio, que ahora forma parte del Museo Judío de Viena, había sido construido en la que había sido la antigua ciudadela romana, Vindobona. Pero en 1421 los judíos fueron expulsados de Viena a requerimiento de la iglesia católica. El gobernante en ese momento, el duque Alberto, había protegido a los judíos oponiéndose a las exigencias de la iglesia. Pero cuando se difundió la calumnia del famoso Libelo de Sangre, por el que los judíos eran acusados de haber asesinado a un cristiano para utilizar su sangre para el vino de Pésaj y amasar las matzot, ya no pudo hacer nada por ellos, porque ese tema pertenecía a la juridiscción eclesiástica. Esta historia continuará…