Los orígenes de Ashkenaz (7ª parte): los antiguos judíos de Inglaterra

MILÍM: LA HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI – Los judíos que llegaron a Inglaterra con Guillermo el Conquistador lo hicieron desde Ruan, y desde el Imperio Sacro Germánico y la zona del Rin. La evidencia de esta presencia askenazí está demostrada por la arquitectura germánica de las sinagogas inglesas y también por el diseño de las lápidas sepulcrales. También en Inglaterra, los judíos eran siervos del Rey, ellos y sus bienes le pertenecían. Algunos de estos judíos hicieron grandes fortunas, como fue el caso de Aaron de Lincoln. Principalmente funcionaban como financieros de la Corona. Otros en cambio eran médicos, orfebres y joyeros. Algunos se dedicaban a la elaboración del vino, o vendían quesos y pescado. También comerciaban con la lana y los granos. En Oxford, alquilaban viviendas para los estudiantes de la Universidad. Otras actividades estaban relacionadas con las habituales en todas las comunidades judías, como maestros, copistas, rabinos y todo lo relacionado con los rituales de la vida y de la muerte.
Para 1130 los judíos se habían instalado en de 20 a 25 sitios diferentes. En algunos casos llegaron tan lejos como a Newcastle, Gales e Irlanda. Las principales comunidades eran las de Oxford, Cambridge, Stamford, Northampton, Norwich, Canterbury, Lincoln, York y Londres. Algunos historiadores reclaman que existe mucha mayor documentación que testimonia la presencia judía que las señalizaciones existentes en la actualidad: parece como que los ingleses desconocieran la presencia judía en los tempranos tiempos del medioevo. Al parecer, el cementerio más antiguo se hallaba en Oxford, donde ahora se encuentra el Magdalen College. Pero en el 1231 el rey le dio ese lugar a un hospital y los judíos se fueron a lo que es ahora el jardín botánico de Oxford: allí, en la zona de los rosales, se hallaba el cementerio judío. Cuando los judíos fueron expulsados quedaron las tumbas de sus muertos, y en el 1641, cuando se estaba excavando para instalar allí el jardín botánico, fueron encontrados los huesos que dejaron. Los ingleses llamaron a los cementerios de los judíos “jewish garden”, porque eran lugares pacíficos, alejados de las murallas y tenían flores y plantas.
El Jardín de las Rosas también tiene un pedestal de piedra conmemorativa señalando la antigua presencia de un cementerio judío. En Merton College tenía su casa un judío llamado Jacob of London, un importante financista de su época, en lo que ahora es la residencia académica. Jacob estaba cada vez más enfermo, por lo que decidió vender su propiedad en 1267 al obispo. Para algunos esto significa que uno de los judíos de Oxford había participado en la fundación de la primera verdadera universidad de Oxford. Todo esto se conoce porque el contrato de compraventa, “starr” en inglés, ha sobrevivido al paso del tiempo y aún existe, siendo el documento más viejo que se halla en el College… Entre los judíos adinerados existía la costumbre de construir casas bellas y cómodas, y la mayor parte de ellas tenía sótanos de piedra, donde guardaban sus bienes, Muchos de ellos tenían monedas como lo demostraron las excavaciones arqueológicas donde se hicieron estos hallazgos. De todos modos, la vida de estos judíos no era fácil ni sencilla, estaban sujetos a las conductas arbitrarias de los reyes, de la nobleza y de la jerarquía religiosa. Por una acusación falsa muchas veces eran asaltados y asesinados, y en algunos casos estaban sujetos a pagar cuantiosas multas por hechos que no habían cometido.
En 1144, en Norwich, un muchacho llamado William of Norwich, fue hallado muerto. La comunidad judía fue acusada de haberlo asesinado crucificándolo. Fue enterrado y no tardaron en surgir comentarios acerca de los milagros que estaba produciendo. Los judíos que se hallaban en peligro mortal le pidieron al Sheriff de la ciudad protección en el castillo, que realmente no creía que esto fuera cierto. No obstante, el joven fue venerado y consagrado como St. William, hasta la época de la Reforma, cuando se produjeron los cambios introducidos por el rey Enrique Tudor. Esta leyenda recorrió toda Europa, y en numerosos casos los judíos fueron acusados y atacados por el asesinato de jóvenes o niños cristianos, de la que nunca se pudo probar su autoría. Esta acusación, llamada Libelo de Sangre (representado en la imagen que encabeza este programa), representó un motivo de inseguridad y angustia para los judíos.
En 1261 hubo un ataque a los judíos de Canterbury: no hubo muertos, pero en 1263 la judería de Londres fue atacada por un grupo de nobles y fueron asesinados 400 judíos.
La vieja judería de Londres se hallaba entre la calle Gresham y lo que se llama la Iglesia de la Judería de San Lorenzo (Saint Lawrence). Allí había pequeños comerciantes judíos que ocupaban las calles con sus ventas de diferentes productos. En 2001, en una excavación en la calle St. Milk, se encontró una mikve medieval. Estaba construida desde mediados de los años 1200 en el sótano de una casa, con bloques de piedra arenisca verde, provenientes de Surrey. Investigando se descubrió que este baño ritual fue construido antes de 1244 en una casa que le pertenecía a un rico banquero judío, Jacob Crespin, que luego se la legó a su hijo Moisés Crespin. Otros judíos tenían sus casas en la misma calle, Moisés ocupó la casa hasta 1290, cuando Eduardo I expulsó a todos los judíos de Inglaterra. Entonces pasó a ser propiedad de un cristiano; la casa fue reconstruida durante los años 1300 y la mikve desapareció. A partir de 2001, luego de su descubrimiento, fue desarmada cuidadosamente y llevada para su exhibición y cuidado al Museo Judío de Londres, en Camden. Esta historia continuará.

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