Los piratas judíos del Caribe
LOS PASOS DE SEFARAD EN EL NUEVO MUNDO, CON DAVID ROSENTHAL – Ser pirata parecía sólo cosa de ingleses y franceses, pero también hubo participación judía. Los propios sefardíes expulsados de España y Portugal llegarían a protagonizar en el Caribe una parte importante en la historia de la piratería. Como venganza por la expulsión de 1492 por parte de España, estos piratas (hijos de los expulsados que se habían refugiado en distintos lugares) se dedicaron a atacar los galeones y saquear los tesoros que salían directo de América hacia la Corona española en el siglo XVII. En las afueras de Kingston, Jamaica, se encuentra el cementerio judío de Hunt’s Bay, en el que las lápidas tienen inscripciones en hebreo o hispanoportugués e incluso con un Maguén David. Además, se puede encontrar el tradicional símbolo pirata del cráneo cruzado por dos tibias: parece ser suficiente evidencia para comprobar el origen de aquellos corsarios y filibusteros que dejaron sus orígenes en Sefarad.
Organizaciones como la Cofradía de los Hermanos de la Costa, que no tenia veto por nacionalidad o religión, favorecía a estos navegantes que huyeron ellos o sus familias de la persecución de la Inquisición. Es el caso del David Abrabanel “Capitán Davis” quien, junto a Sir. Francis Drake, fundó “The Black Flag Fraternity” (la Fraternidad de la Bandera Negra), una alianza antihispana para contrarrestar el poderío castellano. Embarcaciones llamadas: “Samuel, el Profeta”, “La reina Esther”, “El escudo de Abraham” o incluso “Jerusalem” no disimulaban el origen de sus capitanes. Tan temidos eran estos navíos como cualquier otro de su especie. Piratas como Yaacov Curiel, David Abrabanel y Moses Cohen Henriques dejaron los pasos de Sefarad en el Nuevo Mundo.