LOS PASOS DE SEFARAD EN EL NUEVO MUNDO, CON DAVID ROSENTHAL – La fundación de la Compañía de las Indias Occidentales, en 1621, no fue más que uno de los tantos pasos que dio Holanda durante la primera mitad del siglo XVII para consolidar su poderío económico, pues indiscutiblemente este país estaba destinado a transformarse en una de las principales potencias comerciales del mundo.
La revisión de las primeras listas de personas dispuestas a ayudar con su dinero a la formación de esta Compañía demuestra que, entre 1623 y 1626, los sefardíes de Ámsterdam eran, más bien, reducidos en número y en capacidad económica, por lo que no invierten más allá de 36.000 florines, suma relativamente pequeña si la comparamos con otra, de 1674, en la que un solo miembro de la comunidad “portuguesa” de Ámsterdam, Antonio Lopes Suasso, adquirió más de100.000 florines en acciones.
Es comprensible, por lo tanto, en vista del volumen de acciones compradas por los “portugueses”, que los directores de la Compañía se sintieran deseosos de autorizar a estos judíos a establecerse también en “Nieuw Ámsterdam” (New York): tratándose de una nación que había sufrido grandes pérdidas en Brasil, y dado el considerable aporte de dinero que habían hecho en acciones de esta Compañía. David Rosenthal nos habla de la caída de Bahía y en general de la inestimable contribución de los judíos sefardíes al éxito de los holandeses en sus conquistas.