PARASHÁ – 30:2 Cuando alguno hiciere voto a Dios, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.
30:3 Mas la mujer, cuando hiciere voto a Dios, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su juventud;
30:4 si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare a ello, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será.
30:5 Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos y sus obligaciones con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y Dios la perdonará, por cuanto su padre se lo vedó.
30:6 Pero si fuere casada e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma;
30:7 si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare a ello, los votos de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será.
30:8 Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y Dios la perdonará.
30:9 Pero todo voto de viuda o repudiada, con que ligare su alma, será firme.
30:10 Y si hubiere hecho voto en casa de su marido, y hubiere ligado su alma con obligación de juramento,
30:11 si su marido oyó, y calló a ello y no le vedó, entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será.
30:12 Mas si su marido los anuló el día que los oyó, todo lo que salió de sus labios cuanto a sus votos, y cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y Dios la perdonará.
30:13 Todo voto, y todo juramento obligándose a afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará.
30:14 Pero si su marido callare a ello de día en día, entonces confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella; los confirmó, por cuanto calló a ello el día que lo oyó.
30:15 Mas si los anulare después de haberlos oído, entonces él llevará el pecado de ella.
30:16 Estas son las ordenanzas que Dios mandó a Moisés entre el varón y su mujer, y entre el padre y su hija durante su juventud en casa de su padre.
Capítulo 31
31:1 Dios habló a Moisés, diciendo:
31:2 Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después serás recogido a tu pueblo.
31:3 Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Dios en Madián.
31:4 Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel, enviaréis a la guerra.
31:5 Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil en pie de guerra.
31:6 Y Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió; y Finees hijo del sacerdote Eleazar fue a la guerra con los vasos del santuario, y con las trompetas en su mano para tocar.
31:7 Y pelearon contra Madián, como Dios lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón.
31:8 Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam hijo de Beor mataron a espada.
31:9 Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los madianitas, a sus niños, y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron todos sus bienes,
31:10 e incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones.
31:11 Y tomaron todo el despojo, y todo el botín, así de hombres como de bestias.
31:12 Y trajeron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a la congregación de los hijos de Israel, los cautivos y el botín y los despojos al campamento, en los llanos de Moab, que están junto al Jordán frente a Jericó.
31:13 Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento.
31:14 Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra,
31:15 y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres?
31:16 He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Dios en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Dios.
31:17 Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente.
31:18 Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida.
31:19 Y vosotros, cualquiera que haya dado muerte a persona, y cualquiera que haya tocado muerto, permaneced fuera del campamento siete días, y os purificaréis al tercer día y al séptimo, vosotros y vuestros cautivos.
31:20 Asimismo purificaréis todo vestido, y toda prenda de pieles, y toda obra de pelo de cabra, y todo utensilio de madera.
31:21 Y el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que Dios ha mandado a Moisés:
31:22 Ciertamente el oro y la plata, el bronce, hierro, estaño y plomo,
31:23 todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse; y haréis pasar por agua todo lo que no resiste el fuego.
31:24 Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios; y después entraréis en el campamento.
31:25 Y Dios habló a Moisés, diciendo:
31:26 Toma la cuenta del botín que se ha hecho, así de las personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y los jefes de los padres de la congregación;
31:27 y partirás por mitades el botín entre los que pelearon, los que salieron a la guerra, y toda la congregación.
31:28 Y apartarás para Dios el tributo de los hombres de guerra que salieron a la guerra; de quinientos, uno, así de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas.
31:29 De la mitad de ellos lo tomarás; y darás al sacerdote Eleazar la ofrenda de Dios.
31:30 Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno de cada cincuenta de las personas, de los bueyes, de los asnos, de las ovejas y de todo animal, y los darás a los levitas, que tienen la guarda del tabernáculo de Dios.
31:31 E hicieron Moisés y el sacerdote Eleazar como Dios mandó a Moisés.
31:32 Y fue el botín, el resto del botín que tomaron los hombres de guerra, seiscientas setenta y cinco mil ovejas,
31:33 setenta y dos mil bueyes,
31:34 y sesenta y un mil asnos.
31:35 En cuanto a personas, de mujeres que no habían conocido varón, eran por todas treinta y dos mil.
31:36 Y la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra, fue el número de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas;
31:37 y el tributo de las ovejas para Dios fue seiscientas setenta y cinco.
31:38 De los bueyes, treinta y seis mil; y de ellos el tributo para Dios, setenta y dos.
31:39 De los asnos, treinta mil quinientos; y de ellos el tributo para Dios, sesenta y uno.
31:40 Y de las personas, dieciséis mil; y de ellas el tributo para Dios, treinta y dos personas.
31:41 Y dio Moisés el tributo, para ofrenda elevada a Dios, al sacerdote Eleazar, como Dios lo mandó a Moisés.
31:42 Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés de los hombres que habían ido a la guerra
31:43 (la mitad para la congregación fue: de las ovejas, trescientas treinta y siete mil quinientas;
31:44 de los bueyes, treinta y seis mil;
31:45 de los asnos, treinta mil quinientos;
31:46 y de las personas, dieciséis mil);
31:47 de la mitad, pues, para los hijos de Israel, tomó Moisés uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y los dio a los levitas, que tenían la guarda del tabernáculo de Dios, como Dios lo había mandado a Moisés.
31:48 Vinieron a Moisés los jefes de los millares de aquel ejército, los jefes de millares y de centenas,
31:49 y dijeron a Moisés: Tus siervos han tomado razón de los hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros.
31:50 Por lo cual hemos ofrecido a Dios ofrenda, cada uno de lo que ha hallado, alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas, para hacer expiación por nuestras almas delante de Dios.
31:51 Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, alhajas, todas elaboradas.
31:52 Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron a Dios los jefes de millares y de centenas fue dieciséis mil setecientos cincuenta siclos.
31:53 Los hombres del ejército habían tomado botín cada uno para sí.
31:54 Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar el oro de los jefes de millares y de centenas, y lo trajeron al tabernáculo de reunión, por memoria de los hijos de Israel delante de Dios.
Capítulo 32
32:1 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una muy inmensa muchedumbre de ganado; y vieron la tierra de Jazer y de Galaad, y les pareció el país lugar de ganado.
32:2 Vinieron, pues, los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y hablaron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a los príncipes de la congregación, diciendo:
32:3 Atarot, Dibón, Jazer, Nimra, Hesbón, Eleale, Sebam, Nebo y Beón,
32:4 la tierra que Dios hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado.
32:5 Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dése esta tierra a tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán.
32:6 Y respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Irán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí?
32:7 ¿Y por qué desanimáis a los hijos de Israel, para que no pasen a la tierra que les ha dado Dios?
32:8 Así hicieron vuestros padres, cuando los envié desde Cades- barnea para que viesen la tierra.
32:9 Subieron hasta el torrente de Escol, y después que vieron la tierra, desalentaron a los hijos de Israel para que no viniesen a la tierra que Dios les había dado.
32:10 Y la ira de Dios se encendió entonces, y juró diciendo:
32:11 No verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí;
32:12 excepto Caleb hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Dios.
32:13 Y la ira de Dios se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación que había hecho mal delante de Dios.
32:14 Y he aquí, vosotros habéis sucedido en lugar de vuestros padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún a la ira de Dios contra Israel.
32:15 Si os volviereis de en pos de él, él volverá otra vez a dejaros en el desierto, y destruiréis a todo este pueblo.
32:16 Entonces ellos vinieron a Moisés y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños;
32:17 y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fortificadas a causa de los moradores del país.
32:18 No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad.
32:19 Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad a este otro lado del Jordán al oriente.
32:20 Entonces les respondió Moisés: Si lo hacéis así, si os disponéis para ir delante de Dios a la guerra,
32:21 y todos vosotros pasáis armados el Jordán delante de Dios, hasta que haya echado a sus enemigos de delante de sí,
32:22 y sea el país sojuzgado delante de Dios; luego volveréis, y seréis libres de culpa para con Dios, y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante de Dios.
32:23 Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Dios; y sabed que vuestro pecado os alcanzará.
32:24 Edificaos ciudades para vuestros niños, y majadas para vuestras ovejas, y haced lo que ha declarado vuestra boca.
32:25 Y hablaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés, diciendo: Tus siervos harán como mi señor ha mandado.
32:26 Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ganados y todas nuestras bestias, estarán ahí en las ciudades de Galaad;
32:27 y tus siervos, armados todos para la guerra, pasarán delante de Dios a la guerra, de la manera que mi señor dice.
32:28 Entonces les encomendó Moisés al sacerdote Eleazar, y a Josué hijo de Nun, y a los príncipes de los padres de las tribus de los hijos de Israel.
32:29 Y les dijo Moisés: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén pasan con vosotros el Jordán, armados todos para la guerra delante de Dios, luego que el país sea sojuzgado delante de vosotros, les daréis la tierra de Galaad en posesión;
32:30 mas si no pasan armados con vosotros, entonces tendrán posesión entre vosotros, en la tierra de Canaán.
32:31 Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron diciendo: Haremos lo que Dios ha dicho a tus siervos.
32:32 Nosotros pasaremos armados delante de Dios a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad será a este lado del Jordán.
32:33 Así Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén, y a la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón rey amorreo y el reino de Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y sus territorios, las ciudades del país alrededor.
32:34 Y los hijos de Gad edificaron Dibón, Atarot, Aroer,
32:35 Atarot-sofán, Jazer, Jogbeha,
32:36 Bet-nimra y Bet-arán, ciudades fortificadas; hicieron también majadas para ovejas.
32:37 Y los hijos de Rubén edificaron Hesbón, Eleale, Quiriataim,
32:38 Nebo, Baal-meón (mudados los nombres) y Sibma; y pusieron nombres a las ciudades que edificaron.
32:39 Y los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron a Galaad, y la tomaron, y echaron al amorreo que estaba en ella.
32:40 Y Moisés dio Galaad a Maquir hijo de Manasés, el cual habitó en ella.
32:41 También Jair hijo de Manasés fue y tomó sus aldeas, y les puso por nombre Havot-jair.
32:42 Asimismo Noba fue y tomó Kenat y sus aldeas, y lo llamó Noba, conforme a su nombre.