ÓPERA JUDAICA – Esta semana volvemos al director Maurice Abravanel, a quien estamos dedicando un ciclo de programas en esta sección y en la de música clásica. Y nuevamente, como la vez pasada, con una obra donde la voz es protagonista, pero no la escena. Hablamos de la Misa de Santa Cecilia, compuesta en 1720 por el italiano Alessandro Scarlatti, nacido en Palermo en 1660 y muerto en Nápoles en 1725, una de sus escasas obras religiosas. De Abravanel hemos recordado en varias ocasiones sus inicios. Con sólo 19 años llegó a un Berlín en plena crisis económica, aunque allí estaban los mejores directores de orquesta y estudió con su correligionario Kurt Weill, del que dijo que era un profesor terrible, pero que se convirtió en un gran amigo. Luego llegarían trabajos en distintas localidades alemanas, hasta la llegada al poder del nazismo en 1933, cuando decidió mudarse a París. Hoy volveremos a escucharle al frente de su sempiterna Sinfónica de Utah y su coro, con las voces solistas de las sopranos Blanche Christensen y Jean Preston, la contralto Beryl Jensen Smiley, el tenor Ronald Christensen, y el bajo Warren Wood. Son sus movimientos Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus & Bendictus, y Agnus Dei.