Mishpatím, con el rabino Moshe Bendahan
PARASHÁ – Capítulo 21
21:1 Estas son las leyes que les propondrás.
21:2 Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá libre, de balde.
21:3 Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él.
21:4 Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le diere hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo.
21:5 Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre;
21:6 entonces su amo lo llevará ante los jueces, y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre.
21:7 Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá ella como suelen salir los siervos.
21:8 Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por esposa, se le permitirá que se rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare.
21:9 Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas.
21:10 Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal.
21:11 Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia, sin dinero. 21:12 El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá.
21:13 Mas el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.
21:14 Pero si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.
21:15 El que hiriere a su padre o a su madre, morirá.
21:16 Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere hallada en sus manos, morirá.
21:17 Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá.
21:18 Además, si algunos riñeren, y uno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y éste no muriere, pero cayere en cama;
21:19 si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces será absuelto el que lo hirió; solamente le satisfará por lo que estuvo sin trabajar, y hará que le curen.
21:20 Y si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con palo, y muriere bajo su mano, será castigado;
21:21 mas si sobreviviere por un día o dos, no será castigado, porque es de su propiedad.
21:22 Si algunos riñeren, e hirieren a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces.
21:23 Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida,
21:24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
21:25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe. 21:26 Si alguno hiriere el ojo de su siervo, o el ojo de su sierva, y lo dañare, le dará libertad por razón de su ojo.
21:27 Y si hiciere saltar un diente de su siervo, o un diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre.
21:28 Si un buey acorneare a hombre o a mujer, y a causa de ello muriere, el buey será apedreado, y no será comida su carne; mas el dueño del buey será absuelto.
21:29 Pero si el buey fuere acorneador desde tiempo atrás, y a su dueño se le hubiere notificado, y no lo hubiere guardado, y matare a hombre o mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño.
21:30 Si le fuere impuesto precio de rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere impuesto.
21:31 Haya acorneado a hijo, o haya acorneado a hija, conforme a este juicio se hará con él.
21:32 Si el buey acorneare a un siervo o a una sierva, pagará su dueño treinta siclos de plata, y el buey será apedreado.
21:33 Y si alguno abriere un pozo, o cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey o asno,
21:34 el dueño de la cisterna pagará el daño, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto será suyo.
21:35 Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo de modo que muriere, entonces venderán el buey vivo y partirán el dinero de él, y también partirán el buey muerto.
21:36 Mas si era notorio que el buey era acorneador desde tiempo atrás, y su dueño no lo hubiere guardado, pagará buey por buey, y el buey muerto será suyo.
Capítulo 22
22:1 Cuando alguno hurtare buey u oveja, y lo degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas.
22:2 Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte.
22:3 Pero si fuere de día, el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto.
22:4 Si fuere hallado con el hurto en la mano, vivo, sea buey o asno u oveja, pagará el doble.
22:5 Si alguno hiciere pastar en campo o viña, y metiere su bestia en campo de otro, de lo mejor de su campo y de lo mejor de su viña pagará.
22:6 Cuando se prendiere fuego, y al quemar espinos quemare mieses amontonadas o en pie, o campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.
22:7 Cuando alguno diere a su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón fuere hallado, pagará el doble.
22:8 Si el ladrón no fuere hallado, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces, para que se vea si ha metido su mano en los bienes de su prójimo.
22:9 En toda clase de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando alguno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo.
22:10 Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y éste muriere o fuere estropeado, o fuere llevado sin verlo nadie;
22:11 juramento de Dios habrá entre ambos, de que no metió su mano a los bienes de su prójimo; y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.
22:12 Mas si le hubiere sido hurtado, resarcirá a su dueño.
22:13 Y si le hubiere sido arrebatado por fiera, le traerá testimonio, y no pagará lo arrebatado.
22:14 Pero si alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere estropeada o muerta, estando ausente su dueño, deberá pagarla.
22:15 Si el dueño estaba presente no la pagará. Si era alquilada, reciba el dueño el alquiler. 22:16 Si alguno engañare a una doncella que no fuere desposada, y durmiere con ella, deberá dotarla y tomarla por mujer.
22:17 Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las vírgenes.
22:18 A la hechicera no dejarás que viva.
22:19 Cualquiera que cohabitare con bestia, morirá.
22:20 El que ofreciere sacrificio a dioses excepto solamente a Dios, será muerto.
22:21 Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
22:22 A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.
22:23 Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor;
22:24 y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos.
22:25 Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.
22:26 Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás.
22:27 Porque sólo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá? Y cuando él clamare a mí, yo le oiré, porque soy misericordioso.
22:28 No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.
22:29 No demorarás la primicia de tu cosecha ni de tu lagar. Me darás el primogénito de tus hijos.
22:30 Lo mismo harás con el de tu buey y de tu oveja; siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.
22:31 Y me seréis varones santos. No comeréis carne destrozada por las fieras en el campo; a los perros la echaréis.
Capítulo 23
23:1 No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.
23:2 No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios;
23:3 ni al pobre distinguirás en su causa.
23:4 Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.
23:5 Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo.
23:6 No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito.
23:7 De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.
23:8 No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos.
23:9 Y no angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
23:10 Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su cosecha;
23:11 mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar.
23:12 Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.
23:13 Y todo lo que os he dicho, guardadlo. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá de vuestra boca.
23:14 Tres veces en el año me celebraréis fiesta.
23:15 La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías.
23:16 También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo.
23:17 Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Dios el Señor.
23:18 No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana.
23:19 Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Dios tu Dios. No guisarás el cabrito en la leche de su madre. 23:20 He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
23:21 Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.
23:22 Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
23:23 Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.
23:24 No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas.
23:25 Mas a Dios vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
23:26 No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días.
23:27 Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde entres, y te daré la cerviz de todos tus enemigos.
23:28 Enviaré delante de ti la avispa, que eche fuera al heveo, al cananeo y al heteo, de delante de ti.
23:29 No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo.
23:30 Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra.
23:31 Y fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Eufrates; porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.
23:32 No harás alianza con ellos, ni con sus dioses.
23:33 En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será tropiezo.
Capítulo 24
24:1 Dijo Dios a Moisés: Sube ante Dios, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos.
24:2 Pero Moisés solo se acercará a Dios; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él.
24:3 Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Dios, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Dios ha dicho.
24:4 Y Moisés escribió todas las palabras de Dios, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.
24:5 Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Dios.
24:6 Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.
24:7 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Dios ha dicho, y obedeceremos.
24:8 Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Dios ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
24:9 Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;
24:10 y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.
24:11 Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron.
24:12 Entonces Dios dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles.
24:13 Y se levantó Moisés con Josué su servidor, y Moisés subió al monte de Dios.
24:14 Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos.
24:15 Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte.
24:16 Y la gloria de Dios reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube.
24:17 Y la apariencia de la gloria de Dios era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel.
24:18 Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.