PARASHÁ – 29:9 Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis.
29:10 Vosotros todos estáis hoy en presencia de Dios vuestro Dios; los cabezas de vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los varones de Israel;
29:11 vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua;
29:12 para que entres en el pacto de Dios tu Dios, y en su juramento, que Dios tu Dios concierta hoy contigo,
29:13 para confirmarte hoy como su pueblo, y para que él te sea a ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
29:14 Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento,
29:15 sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de Dios nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros.
29:16 Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales habéis pasado;
29:17 y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo.
29:18 No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Dios nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo,
29:19 y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed.
29:20 No querrá Dios perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Dios y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Dios borrará su nombre de debajo del cielo;
29:21 y lo apartará Diosde todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la ley.
29:22 Y dirán las generaciones venideras, vuestros hijos que se levanten después de vosotros, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquella tierra, y sus enfermedades de que Dios la habrá hecho enfermar
29:23 (azufre y sal, abrasada toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna, como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Zeboim, las cuales Dios destruyó en su furor y en su ira);
29:24 más aún, todas las naciones dirán: ¿Por qué hizo esto Dios a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira?
29:25 Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de Dios el Dios de sus padres, que él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto,
29:26 y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conocían, y que ninguna cosa les habían dado.
29:27 Por tanto, se encendió la ira de Dios contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro;
29:28 y Dios los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con grande indignación, y los arrojó a otra tierra, como hoy se ve.
29:29 Las cosas secretas pertenecen a Dios nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.
Capítulo 30
30:1 Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Dios tu Dios,
30:2 y te convirtieres a Dios tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,
30:3 entonces Dios hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Dios tu Dios.
30:4 Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Dios tu Dios, y de allá te tomará;
30:5 y te hará volver Dios tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres.
30:6 Y circuncidará Dios tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Dios tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
30:7 Y pondrá Dios tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.
30:8 Y tú volverás, y oirás la voz de Dios, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.
30:9 Y te hará Dios tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Dios volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres,
30:10 cuando obedecieres a la voz de Dios tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Dios tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
30:11 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
30:12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?
30:13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?
30:14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
30:15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;
30:16 porque yo te mando hoy que ames a Dios tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Dios tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
30:17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres,
30:18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
30:19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
30:20 amando a Dios tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Dios a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.