POLIN: JUDÍOS POLACOS, CON ELZBIETA BORTKIEWICZ – Ojos grandiosos perfectos para el cine mudo, simpatía…hoy nuestra protagonista es Nora Ney -nunca reveló su verdadero nombre ni su origen, que nos desvela hoy Elzbieta- una de las divas del cine polaco de entreguerras.
Sonia Nejman (éste era su verdadero nombre) nació en 1908 –“ella nunca reveló su verdadera edad”- en una familia judía asimilada y fue hija de Jacob Nejman, propietario de un aserradero y cinéfilo. Ante una boda programada al anunciar su intención de convertirse en actriz, Sonia huyó a Varsovia. Finalmente su padre aceptó su vocación y Fiebre de oro fue su primera película. Desde el principio Sonia-Nora fue una estrella más allá de la calidad de sus películas. “Que fuera también admirada en la Unión Soviética garantizaría después su superviviencia”, apunta Elzbieta Bortkiewicz
En abril de 1939 estrenó su última película y, ante la llegada de los nazis, huyó junto a su segundo esposo -que sería posteriormente enviado a un gulag- y su hija. En Moscú no llegó a triunfar en el mundo del cine debido a sus problemas con el idioma y, al término de la guerra, junto a su hermana volvió a Polonia, comprobando que todos sus familiares habían sido asesinados por los nazis. En 1946 abandonaron Polonia para siempre, ayudadas por la entidad judía, instalándose en Nueva York donde tampoco -de nuevo a causa del idioma, no dominaba ni el inglés ni el idish- pudo continuar con su carrera. Tras el fracaso de sus últimos matrimonios, la diva polaca murió en 2003 en una residencia de ancianos “sin haber regresado jamás a la Polonia de sus éxitos donde no le quedaba nada ni nadie”.