Obras corales de Erich Zeisl

ÓPERA JUDAICA – Erich Zeisl fue un compositor nacido en Austria en 1905 y fallecido en EE.UU. en 1959, que dedicó gran parte de su obra a la música judía. Nació en Viena en una familia judía de clase media, aunque su precocidad musical le impulsó a estudiar en el conservatorio estatal, a pesar de la opinión de sus padres. En 1934 ganó un premio nacional de composición por una misa de réquiem de su autoría, pero siendo judío no consiguió publicarla. Tras la anexión de su país por la Alemania nazi en 1938 huyó a París, donde comenzó a componer una ópera, “Job”, basada en una novela de Joseph Roth, de la cual oímos la nana “Schlaf Kindlein Schlaf” interpretada por Tamara Bevard, acompañada al piano por Iain Farrington, una pieza temprana de la intención de Zeisl de desarrollar una nueva estética musical judía a partir del estilo romántico clásico austríaco.
Poco después abandona Europa y se instala en Nueva York, aunque incursiona en Hollywood en películas como “El cartero siempre llama dos veces” (de 1946) y “Abbott y Costello y el hombre invisible” (de 1951). Su estilo es mucho más conservador y tonal que contemporáneos como Schöenberg (que se convertiría en su consuegro), lo que le cerró la puerta a muchos encargos. Pese a ello compuso música de cámara, un concierto para piano, otro para chelo y una obra para coro, solistas y orquesta basada en el Salmo 92 en hebreo que tituló “Requiem hebreo”, y que escucharemos por el coro y orquesta de la Radio de Berlín dirigidos por Lawrence Foster y con la soprano Deborah Riedel, la mezzo Della Jones y el bajo Michael Kraus como solistas.
Compuso varios ballets, entre ellos “Pierrot in der Flasche” (ya en 1929) y “Jacob y Rachel”. Además de la inacabada “Job” de la que hemos hablado, compuso la ópera “Leonce und Lena”. A continuación, oiremos varias obras corales de inspiración religiosa. Primero, el “Salmo para tenor”, basado en los números 54 y 56, en la voz del tenor Jon Lee Keenan, el órgano de Iain Farrington y el coro Los Angeles Zimriyah Chorale dirigido por Nick Strimple. Seguirá la “Cantata de Versículos” (compuesta en 1935), con el mismo coro y organista, basada en el Eclesiastés. Luego el “Salmo 29” (1936), con los mismos intérpretes. Después las “Canciones para la hija de Jefta” para coro sin palabras, de 1948, con el mismo coro. Y acabaremos con una sorprendente “Oración para las Naciones Unidas” con Tamara Bevard como solista acompañada al órgano por Iain Farrington.

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