LOS PASOS DE SEFARAD EN EL NUEVO MUNDO, CON DAVID ROSENTHAL – Los Arias Dávila fueron una prominente familia judeoconversa castellana convertida en noble. Diego Arias Dávila -Ysaque Benacar, o Abenaça- nació judío y luego se convirtió al cristianismo, siendo el patriarca de este notable linaje. Se desempeñó en las cortes de Juan II y Enrique IV de Castilla, a quienes sirvió como secretario, contador mayor y escribano. Se casó con Elvira González, quien contribuyó de forma importante en la construcción de la Sinagoga del Campo en Segovia (situada frente a la puerta de San Andrés, dentro de aquella judería). 

Pedro Arias (conocido como Pedrarias) Dávila “el Galán” nació en 1440 en Segovia (que en su momento fue una de las más prosperas comunidades judías del reino de Castilla) y llegaría al Nuevo Mundo con 70 años, para convertirse luego en Gobernador y capitán general de Castilla del Oro desde 1514 hasta 1526. A pesar de su edad, desempeñó un papel muy relevante y controvertido por la energía y fuerza con la que lo hizo.  Se le conoció también como “Furor Domini” -Ira de Dios- agnomen que fray Bartolomé de las Casas le asignó. También fue conocido como “el Justador”, por su destreza con la lanza en las “justas” y otros torneos desde muy temprano, y “el Galán” por su imponente físico.  

En 1579 fundó la ciudad de Panamá “la vieja” (originalmente Nuestra Señora de la Asunción de Panamá), el mismo año en que ejecutó a Vasco Núñez de Balboa por “rebeldía contra el rey”. En 1528 fue nombrado Gobernador de Nicaragua y estableció su capital en León Viejo donde falleció a los 91 años (muy elevada edad para la expectativa de la época). Desde ciudad de Panamá salieron las expediciones que conquistaron el Imperio inca del Perú en 1532 y fue destacado enclave de las más importantes rutas comerciales del continente americano, que llevaba a las famosas ferias Nombre de Dios y Portobelo, por donde pasaba la ruta del oro y la plata extraída por los españoles en América. 

La familia Dávila se estableció en el virreinato de Nueva Granada. Los parientes de Pedrarias Dávila: Alfonso Dávila y Rojas, y Francisco Pérez Dávila, llegaron, el primero llego a Tunja, y el segundo al Caribe (Cartagena, Santa Marta y la Guajira). Desde Colón y luego con los conquistadores españoles, como Pedrarias Dávila, los nuevos cristianos y ese neosefaradismo que se originó en tierras americanas, consolidó una nueva identidad comunitaria secreta y significó además nuevos retos para quienes escapaban de aquel fantasma de la Inquisición en la península.