“Presencia”, la nueva exposición de la AJAPE, con su coordinador Santiago Raigorodsky
EL TRAZO ERRANTE – La Asociación Judía de Artistas Plásticos de España AJAPE muestra la obra de 9 artistas – Samuel Benarroch, Mario Erlich, Patricia Fridman, Juan Groch, Vera Hachuel, Mariana Morgheinstern, Santiago Raigorodsky, Dinah Salama y Claudia Tijman- en el madrileño Espacio Ronda (Ronda de Segovia, 50)
Será la primera vez que la Asociación exponga en Madrid y lo hará bajo el significativo título de Presencia, con trabajos -pinturas, esculturas, fotografía y obra gráfica- tan diversos como el propio ser judío.
Santiago Raigorodsky nos habla de la indisoluble doble condición (artistas y judíos) de los participantes en la exposición -qué se podrá visitar del 15 de octubre al 2 de noviembre- y de su intención de seguir transmitiendo, a través del lenguaje internacional de las artes plásticas, los valores estéticos, éticos y morales del judaísmo.
Desde AJAPE escriben: “Debemos señalar que si bien la asociación está conformada inicialmente por artistas de origen judío, está abierta a la participación de todas las persones amigas de la cultura, sean judías o de cualquier otra confesión religiosa, nacionalidad o procedencia que tengan como denominador común su compromiso con el arte y la cultura judía.
Presencia es el título de esta muestra, palabra que etimológicamente determina la circunstancia de estar presente, de existencia, hecho que entre otras cosas queda reafirmado en la materialización de esta exposición.
Sabemos no obstante que las palabras no solamente cobran sentido por su significado estricto, sino que van más allá, las palabras son aquello en lo que ellas nos hacen pensar y sentir, son aquello que nos lleva no sólo a la comprensión, sino también a la emoción.
Presencia a su vez, nos remite inmediatamente a su antónimo, ausencia. Palabra también ésta que para el mundo judío se halla plena de sugerencias y significados.
El judío vivió largos siglos en España, en Sefarad, el nombre hebreo con que ellos la conocían. El lamentable error histórico acaecido en 1492 con la expulsión de ellos, hizo que la “ausencia” de Sefarad se convirtiera en un sueño, una idealizada presencia con la que se mantuvo durante siglos un estrecho vínculo espiritual.
Hoy, el judío nuevamente está presente en España, su añorada y nunca olvidada Sefarad. Hoy miles de creadores judíos en todos los campos del conocimiento y la cultura, entre ellos una enorme cantidad de artistas plásticos, contribuyen positivamente al conocimiento mútuo, al respeto, al aprecio de la diversidad, que es aquello que pertenece a todos y que realmente hace a una sociedad más cohesionada, sana y rica en todos los aspectos”.