Preservando el pasado, creando el futuro: Biblioteca Nacional de Israel, diálogo
KOΣMOS ISRAELÍ: TIERRA SANTA Y MÁS ALLÁ, CON ÁNGELA MARÍA ARBELÁEZ – Gracias a la iniciativa del Club de Prensa de Jerusalén (JPC), recorremos hoy con la audiencia de Radio Sefarad y KOΣMOS Israelí Tierra Santa la Biblioteca Nacional de Israel que es sin duda una de las instituciones culturales más importantes de los israelíes. Libros sagrados como el Corán, del siglo IX, incunables- publicados antes del 1501 – como la Biblia en lengua hebrea, apuntes de Isaac Newton, parte de los archivos de Stefan Zweig, Walter Benjamin y Franz Kafka – destacadas figuras del panorama cultural alemán en el periodo de entreguerras y cuyo mundo se derrumbó cuando los nazis llegaron al poder- son algunos de los tesoros que pudimos admirar durante nuestra visita.
La Biblioteca Nacional de Israel fue fundada en 1892, y actualmente se encuentra dentro del campus universitario de Givat Ram, a un costado del Valle de la Cruz en Jerusalén. La biblioteca recibe al visitante, sea experto, estudiante o público en general, con explicaciones en lengua hebrea, árabe e inglés. A través de su historia ha ido extendiendo sus servicios a grupos más amplios de la población sin discriminación alguna. En sus instalaciones el visitante puede ver a judíos ortodoxos con sus tradicionales atuendos, jóvenes con velo islámico o seculares venidos de todos los rincones del mundo. Todos unidos por su amor al conocimiento.
La Biblioteca Nacional es la institución cultural más importante de Israel: “Si un Jefe de Estado viene a Israel en Yad Vashem, verá lo que el mundo hizo a los judíos. Al contrario, en la Biblioteca Nacional verá la contribución de los judíos para con el mundo”. Nosotros queremos compartir nuestros tesoros con todos, afirma David Bloomberg, presidente de la Junta Directiva.
Y es que este depositario de la cultura, templo del conocimiento en que se ha convertido la Biblioteca Nacional de Israel, es una caja de Pandora en el que el KOSMOS entero se encuentra concentrado en no menos de 5 millones de volúmenes, incluidos manuscritos incunabila, archivos personales, mapas, música.
Sus colecciones están divididas en grandes áreas: Judaica, Israel, Islam y Medio Oriente, Humanidades. Gran parte de sus colecciones están disponibles a los lectores en el departamento de digitalización de la institución. Gracias a la exposición interactiva, se pueden recorrer los fascinantes fondos de la Biblioteca Nacional de Israel (BNI) a través de documentos que nos cuentan la memoria del pueblo judío, y no sólo. Un ejemplo es la carta de Stefan Zweig de 1933 en la que revela el clima antisemita que ya se respiraba en Austria en esa fecha tan temprana. O los apuntes del escritor Franz Kafka (Praga 1883-1924) con una lista de palabras en hebreo y alemán de alrededor de 1922. De Isaac Newton conocemos otra de sus facetas, como lo fue su interés por las cuestiones teológicas, plasmadas en bellos folios perfectamente conservados, escritos en tinta en latín, hebreo y griego (de alrededor de 1675-1685).
Obras de arte como una sección del Corán de Qayrawan (Túnez), del siglo IX, en caligrafía cúfica – la escritura caligráfica más antigua del árabe -. Este bello y elaborado manuscrito representa la fase intermedia del Corán escrito. Este y otros tesoros fueron mostrados a nosotros, custodiados por Aviad Stollman, director de la División de Colecciones y sus colaboradores.
Nuestro recorrido termina con una exclamación de asombro y admiración al ver ante nuestros ojos uno de los best-sellers de la colecciones de la BNI, el ¨Damascus Keter¨ o Corona de Alepo, una Biblia en Hebreo de alrededor de 1260. Cabe anotar que ninguno de estos libros fue escrito en Damasco, sino que llegaron para ser guardados en las sinagogas de la ciudad durante siglos. Agradecemos al Jerusalem Press Club y la Biblioteca Nacional por ésta invitación. [ING] [HEB]
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