“Prisoner of Paradise” (2002), de Malcolm Clarke y Stuart Sender (EE.UU. – Canadá)
FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD – Nominado al Oscar como mejor documental 2003.
Basada en hechos reales, Prisoner of Paradise nos narra la vida de Kurt Gerron, un conocido actor, director y estrella de cabaret judío alemán en el Berlín de los años ’20 y ’30. Famoso por su papel junto a la legendaria Marlene Dietrich en el clásico The Blue Angel, Kurt Gerron también cantó Mack the Knife en la producción original de la Ópera de los Tres Centavos. Pero todo cambia cuando es capturado por los nazis y enviado a al campo de concentración de Theresienstadt, donde finalmente se le ordena escribir y dirigir una película de propaganda nazi. En Prisoner of Parardise el espectador se adentra en la inverosímil odisea de Kurt Gerron, a la vez que es testigo de una perspectiva única de este extraordinario periodo.
Kurt Gerron fue uno de los artistas más exitosos de los años 20’ y principios de los ‘30. Nació el 11 de mayo de 1897 en el seno de una familia judía de Berlín de clase media. Su padre era pastelero y su madre ama de casa. Luego de servir en el ejército durante la Primera Guerra Mundial, Gerron decidió estudiar medicina y apoyó la Revolución de Noviembre de 1918 en Alemania, que propició el cambio de una monarquía constitucional a una república parlamentaria y democrática.
Después de terminar la facultad de medicina en 1920, decidió dedicarse a la actuación, convencido de que “los doctores y los actores tienen algo en común: observan a la gente”. Un año más tarde, se unió al cabaret ‘Wild Stage’ de Trude Hesterberg, el primero de varios cabarets ilustres en los que participó. Poco después, conoció y se casó con Olga Meyer, con quien tuvo una relación de por vida. En 1926 inició una relación de trabajo turbulenta con Bertolt Brecht, en 1928 participa en la primera representación de la famosa Ópera de Tres Centavos, con música de Kurt Weill y protagonizada por Lotte Lenya. También actuaba a menudo con su amigo Willy Rosen, escribía sketches anti-nazis o influenciados por el socialismo.
En 1927, Gerron hizo su primer papel en el cine; solamente en ese año llego a rodar más de 120 films. Si bien nunca tuvo papeles protagonistas, era querido y admirado por la crítica y el público. Solía rodar durante el día, y por la noche se dedicaba a su otra pasión: el teatro. Era un hombre alto y corpulento con un gran corazón y un gran ego, que le lleva a convertirse en director de cine al ver que nunca tendría un papel protagónico. Más de veinte películas. A principios de 1930 ya era conocido como director de cine. También actuó en la película “El ángel azul” de Josef von Sternberg; uno de los grandes clásicos del cine y que lanzó la carrera de Marlene Dietrich. Adinerado y exitoso, Gerron vivía muy bien y con opulencia en Berlín a principios de 1930, y se negaba a reconocer el creciente peligro del partido nazi, incluso llegó a poner en escena obras de teatro políticas que explícitamente se burlaban de Hitler y de las SA (o camisas pardas). En el año 1933, con la llegada de las políticas activas de persecución nazis y el boicot a los comercios judíos, Gerron es obligado por éstos a abandonar la filmación en la que estaba trabajando y se ve forzado a emigrar junto a su familia a Paris, aunque finalmente se traslada a Holanda donde le ofrecen un trabajo como director. En mayo de 1940, Hitler invade Holanda y el único refugio que le queda para seguir trabajando es el Teatro Judío del país. A finales de 1942 es deportado al campo de detención de Westerbork, pero dado que se le consideraba un “judío útil” de allí fue finalmente trasladado al “gueto modelo” de Theresienstadt, un campo diseñado por la maquiavélica maquinaria de propaganda nazi para exhibir a los judíos destacados: académicos y científicos de prestigio internacional y algunos de los artistas más talentosos de Europa, en definitiva judíos cuya desaparición no pasaría inadvertida. Los nazis, en un ejercicio de cinismo, llegaron a vender el derecho a vivir en este gueto paradisiaco, engañando a los judíos acaudalados para que transfirieran su patrimonio al Reich a cambio de “casas en el parque” o “con vistas al lago”…
Si bien la vida en el campo era como la de todos los demás, la alta concentración de artistas e intelectuales daba lugar a largas tertulias y representaciones de cabaret y teatro. Durante su estancia en Theresienstadt, Guerron escribe y protagoniza el espectáculo de cabaret Karroussel, que lo hizo muy popular entre los prisioneros y los nazis. En esa época los nazis intentaban evadir las demandas de los países neutrales que exigían una explicación sobre la “misteriosa” desaparición de los judíos europeos, por lo que el campo se convirtió en el lugar idóneo para invitar a la Cruz Roja Internacional para que pudiera comprobar el trato que se daba a los judíos en el Tercer Reich. Por supuesto, antes de la visita se dedicaron a embellecer el campo para que pareciera un lugar paradisiaco. El enviado fue Maurice Rossel, miembro del Comité Internacional de la Cruz Roja, un joven médico de 26 años, quien emitió un informe favorable ya que, según su propio testimonio, fue victima del engaño nazi (testimonio que fue cuestionado y rebatido por Claude Lanzmann en una entrevista realizada durante la filmación de Shoah en 1979 y de la que en 1997 realizó el documental: Un vivant qui passe).
Ante la eficacia del engaño, el famoso ministerio de propaganda decide realizar uno de sus documentales propagandísticos sobre la placentera vida de los judíos en el “gueto modelo”: “Der Führer Schenkt den Juden eine Stadt” (El Führer da una ciudad a los judíos). Kurt Gerron será el encargado de dirigir el siniestro documental. Gerron acepta el encargo, en parte porque le permite volver a su gran pasión (el cine) y, por otra, porque es evidente que negarse sólo le llevaría a una muerte segura. Finalmente es enviado a Auschwitz en el último transporte donde es asesinado.
El documental realiza un recorrido por la vida y la carrera de Guerron, lo que nos permite ser testigos, utilizando material de archivo y entrevistas con sobrevivientes y testigos directos, de la extraordinaria época del cabaret berlinés de los años 20 y comienzos de los 30, en la que la mayoría de las grandes estrellas, cantantes y actores eran de origen judío; la ascensión del nazismo, el exilio de muchos de los contemporáneos y amigos de Gerron (Peter Lorre, Fritz Lang, Billy Wilder…) y la vida en el campo de Theresienstadt, una de las invenciones mas crueles de la maquinaria nazi.
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