EL CELULOIDE ELEGIDO – Braunau es el pueblo natal de Adolf Hitler, esa localidad que los austríacos “querrían mover, arrastrar a Alemania”, comenta Günter Schwaiger, el realizador austriaco afincado en España quien ha sido el primero en dedicar un documental a la casa natal de Hitler y su pueblo, estigmatizado por el nacimiento del monstruo. Durante cinco años, Schwaiger filmó los eventos relacionados con la casa -homenajes de nazis, la curiosidad morbosa de la gente, la importante piedra de la Memoria instalada en su entrada..- y su reutilización.
Ante el disgusto de también la mayoría de los habitantes de Braunau , la casa no se destinará a ser el hogar de una institución para personas con discapacidad. Será utilizada por la policía, cumpliendo así de alguna manera el propio deseo del dictador nazi. Schwaiger va mucho más allá del registro fílmico -brillante, hay que decir- de esta casa, de este pueblo, de sus habitantes y visitantes. El cineasta, junto a otras personas como su hermano, reflexiona en torno a la culpa-responsabilidad austriaca durante y después del nazismo y la Shoá y nos ofrece testimonios como el de sus propios padres, educados en el nacionalsocialismo.
También gracias a ¿Quién teme al pueblo de Hitler? conocemos a una política comprometida, Lea Olczak, quien de niña, junto a sus padres, fue resistente y humanitaria. “Lo peligroso no son las fachadas, son las mentes” nos dice Günter Schwaiger, al introducirnos en esta imprescindible película documental que les recomendamos ver en estos tiempos en los que la historia parece repetirse.
El documental podrá verse de nuevo en España desde finales de septiembre a finales de octubre. Estará presente además en el Festival de Cinema Jueu de Barcelona el 13 de octubre.
Syldavia Cinema. ¿Por qué nunca se ha hecho una película en Austria sobre el lugar de nacimiento de Hitler? Esta fue la pregunta que se hizo el director Günter Schwaiger cuando empezó a trabajar en esta película en 2018. Poco antes, la casa había sido expropiada por la República de Austria. Durante cinco años, el director acompañó los apasionantes acontecimientos en torno a la reutilización de la casa natal de Hitler con una mirada muy personal. Desde el cuestionamiento del cliché de la «ciudad nazi» hasta sorprendentes e indignantes descubrimientos, su camino le acaba conduciendo a su propia historia familiar.