Rebeca Fiszman: una luz al final del túnel

Rebeca Fiszman nació en Polonia el 18 de julio de 1926 y a los dos años de edad se trasladó junto a sus padres y hermano a Bélgica, buscaban allí nuevas oportunidades. Su padre establece una fábrica de calzado y la familia se adapta rápidamente. El 10 de mayo de 1940 las tropas alemanas ocupan Bélgica y establecen leyes antisemitas. Los judíos de Bélgica fueron victimas de privaciones y persecuciones. Los padres de Rebeca y su hermano son deportados en 1942 y Rebeca queda sola con tan solo 14 años. Una monja del Hospital Saint Joseph, Sor Hubertine, será quien la proteja con documentación falsa y con un escondite dentro del convento. La resistencia belga junto a otras organizaciones ayudará a Rebeca a encontrar diferentes refugios. Bélgica fue liberada en septiembre de 1944 y Rebeca tuvo conocimiento de la muerte de sus padres y hermano en el campo de exterminio de Auschwitz. Sola y sin idioma emprende su camino hacia la Argentina. Allí encontrará trabajo y formará una familia junto a Mario Mesyngier. Rebeca vive en Buenos Aires, tiene 96 años, dos hijos y cuatro nietos.

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