MUJERES JUDÍAS – Roza Eskenazi fue el nombre artístico de Sarah Skinazi, hija de una pobre familia sefardí de Estambul que nació en 1890 y murió en 1980 como reina del género musical popular griego del rembétiko, cuyas grabaciones y carrera se extendieron desde final de la década de 1920 hasta bien entrada la década de 1970. A inicios del siglo XX, la familia se trasladó a Salónica. Un día unos taberneros la escucharon cantar y quisieron contratarla, pero su familia no quería, bajo ningún concepto, que se convirtiera en artista, aunque finalmente decidió ser cantante y bailarina, e incluso se fugó con su novio, cuya familia no la aceptaba. El murió poco después, pero le dejó un hijo que finalmente entregó al cuidado de sus abuelos paternos y se trasladó a Atenas, donde fue descubierta por un músico y empresario que le abrió las puertas al mundo de los registros fonográficos, de los cuales ya había realizado unos 300 en pocos años. Su carrera floreció y se internacionalizó, con viajes a destinos de los emigrantes griegos como Egipto, Albania o Serbia. Durante la ocupación nazi, logró esconder su pasado judío con documentos falsos, mientras apoyaba secretamente a la resistencia local, y escondió combatientes de la resistencia e incluso agentes ingleses en su casa. También fue capaz de rescatar a judíos en Atenas y Salónica, incluida su propia familia, pero en 1943 fue descubierta y arrestada, hasta que fue liberada gracias a los esfuerzos de su amante alemán. Al finalizar la guerra, se enamoró de un joven oficial de policía. En 1952 realizó su primera gira por los Estados Unidos para presentarse ante las diásporas griega y turca allí.