HABLEMOS DE LA BIBLIA, CON IRIT GREEN – Cántico de las subidas.
Acuérdate, Señor, de David
y de todas sus aflicciones;
acuérdate del firme juramento,
que te hizo a ti, el Poderoso de Jacob:
«No me pondré bajo techo
ni me acostaré a descansar,
no cerraré los ojos
ni dormiré un solo instante,
mientras no encuentre casa
para el Señor, el Poderoso de Jacob.»
En Efrata oímos hablar del arca de la alianza,
y la encontramos en los campos de Jáar.
¡Vayamos al santuario del Señor!
¡Arrodillémonos ante el estrado de sus pies!
Levántate, Señor, con tu arca poderosa,
y ven al monte donde has de descansar.
Que tus sacerdotes se revistan de justicia;
que tus fieles griten de alegría.
Por consideración a David, tu siervo,
no rechaces al rey que has escogido.
El Señor hizo a David un firme juramento,
juramento del que no va a desdecirse:
«Pondré en tu trono a uno de tus descendientes.
Si tus hijos cumplen con mi alianza
y con los mandatos que voy a enseñarles,
también los hijos de ellos
ocuparán tu trono para siempre.»
¡El Señor ha escogido el monte Sión!
¡Lo ha elegido para vivir allí!
«Éste es el monte donde siempre quiero estar;
en él viviré, porque así me agradó.
Bendeciré mucho sus alimentos
y saciaré el hambre de sus pobres.
Revestiré de salvación a sus sacerdotes
y haré que griten de alegría los que le son fieles.
Allí haré que renazca el poder de David.
Ya he preparado una lámpara
para el rey que he escogido.
A sus enemigos los llenaré de vergüenza,
pero a él lo cubriré de esplendor.»