Salmo 145: las alabanzas de David que repetimos cada mañana

HABLEMOS DE LA BIBLIA, CON IRIT GREEN – Alabanza de David.

Hablaré de tu grandeza, mi Dios y Rey;
bendeciré tu nombre por siempre.
Diariamente te bendeciré;
alabaré tu nombre por siempre.
El Señor es grande y muy digno de alabanza;
su grandeza excede nuestro entendimiento.
De padres a hijos se alabarán tus obras,
se anunciarán tus hechos poderosos.
Se hablará de tu majestad gloriosa,
y yo hablaré de tus maravillas.
Se hablará de tus hechos poderosos y terribles,
y yo hablaré de tu grandeza.
Se hablará de tu bondad inmensa,
y a gritos se dirá que tú eres justo.
El Señor es tierno y compasivo,
es paciente y todo amor.
El Señor es bueno para con todos,
y con ternura cuida sus obras.
¡Que te alaben, Señor, todas tus obras!
¡Que te bendigan tus fieles!
¡Que hablen del esplendor de tu reino!
¡Que hablen de tus hechos poderosos!
¡Que se haga saber a los hombres tu poder
y el gran esplendor de tu reino!
Tu reino es un reino eterno,
tu dominio es por todos los siglos.
El Señor sostiene a los que caen
y levanta a los que desfallecen.
Los ojos de todos esperan de ti
que tú les des su comida a su tiempo.
Abres tu mano, y con tu buena voluntad
satisfaces a todos los seres vivos.
El Señor es justo en sus caminos,
bondadoso en sus acciones.
El Señor está cerca de los que lo invocan,
de los que lo invocan con sinceridad.
Él cumple los deseos de los que lo honran;
cuando le piden ayuda, los oye y los salva.
El Señor protege a los que lo aman,
pero destruye a los malvados.
¡Que mis labios alaben al Señor!
¡Que todos bendigan su santo nombre,
ahora y siempre!

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