HABLEMOS DE LA BIBLIA, CON IRIT GREEN – Del maestro de coro, con instrumentos de cuerda. De David.
Dios mío, escucha mis gritos de dolor,
¡atiende a mi oración!
Desde el último rincón de la tierra clamo a ti,
pues mi corazón desfallece.
Ponme a salvo sobre una alta roca,
pues tú eres mi refugio.
¡Eres como una torre fuerte
que me libra del enemigo!
Quiero vivir en tu casa para siempre,
protegido debajo de tus alas.
Tú, Dios mío, has escuchado mis promesas,
y me has dado la herencia
de los que honran tu nombre.
Concédele al rey una larga vida;
que viva muchos, muchísimos años,
y que reine siempre con tu bendición.
Cuídalo con tu amor y fidelidad;
así alabaré tu nombre en todo tiempo
y cumpliré mis promesas día tras día.