KOLOT: VOCES DE AYER Y DE HOY – Samuel Vigoda fue una de las últimas estrellas de la jazanut, el canto litúrgico de la llamada Edad Dorada. Nació en Dobrzin, cerca de Varsovia, en 1893, donde su padre era el jazán y el shojet (matarife) de la comunidad. La familia se mudó a Hungría y allí el mismísimo Yossele Rosenblatt, de visita en la ciudad, escuchó cantar a Samuel en el coro junto a su hermano y les propuso acompañarle a Pressburg para actuar junto a él. Y así lo hicieron durante dos años y medio, hasta que Rosenblatt partió hacia Hamburgo. Samuel volvió a casa y empezó a estudiar medicina, pero la Gran Guerra interrumpió su carrera y tuvo que enrolarse en el ejército. Cuando esta finalizó, su universidad se había convertido en parte de Rumania y la de Budapest no lo aceptaba por su sistema de cuotas de judíos, así que retomó la jazanut para poder sustentarse, y lo hizo con tanto éxito que le salió la oportunidad de irse a Zurich, Alemania, Ámsterdam, París y finalmente, a los Estados Unidos. Allí se estableció en la Congregación Oheb Zedek, desde la que su fama se extendió al mundo gracias a las grabaciones, muriendo con 97 años en 1990.