Sebastián Romero Radigales: el héroe que no esperaba recompensa, con su nieta, Elena Colitto-Castelli

EL INVITADO DEL CENTRO SEFARAD ISRAEL – Sebastián de Romero Radigales llegó a Atenas en 1943 para asumir el cargo de nuevo jefe de la legación diplomática española; para entonces Grecia ya estaba bajo ocupación alemana y de hecho había comenzado la deportación de los judíos de Salónica al campo de concentración y exterminio de Auschwitz. Gracias al diplomático en Atenas, entre 600 y 900 judíos se convirtieron en supervivientes del Holocausto, escapando de la espeluznante e interminable lista de asesinados por la maquinaria nazi. El 13 de agosto de 1943, un grupo de judíos poseedores de ciudadanía española llegó a Bergen-Belsen. De Romero Radigales persistió en su esfuerzo de protección, hasta que finalmente el gobierno español cambió su posición y permitió el traslado del grupo al Marruecos español: los documentos de tránsito llevaban la firma del diplomático español. Su heroica actitud le procuró el incondicional agradecimiento de los salvados, así como el reconocimiento como Justo ante las Naciones por parte de Yad Vashem en una ceremonia que a título póstumo se celebró en septiembre de 2014 en Jerusalén.
A mediados de este mes de marzo de 2015, Radigales fue objeto de sendos homenajes en Madrid y en Graus (Huesca). En la capital, una placa en el número 22 del Paseo Pintor Rosales, recuerda que fue este inmueble madrileño el escogido por de Romero Radigales para descansar tras una intensa carrera diplomática. En Graus, localidad natal del cónsul, se le ha dedicado una plaza.
De todo ello hablamos con su nieta Elena Colitto-Castelli, quien no conoció hasta la década de 1990 esta gesta heroica de la que su abuelo nunca hablaba.

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