Sefardíes en Nicaragua

LOS PASOS DE SEFARAD EN EL NUEVO MUNDO, CON DAVID ROSENTHAL – El 15 de abril de 1564 llega a Nicaragua un grupo de familias con apellidos hebreos. El Comisario del Tribunal del Santo Oficio o Inquisición en Nicaragua, el Padre Pedro Villareal de Salcedo, escribió en un memorial que: “Llegaron desde México, desterrados por el Virrey, y bajo las órdenes del Alcalde Mayor de Granada, Bernardo Binarte de Lugo, un grupo de personas con la orden de que les midiera y adjudicara cinco caballerías de tierra, para que las labraran y que él se las adjudicó entre Nandaime y Nicaragua (Rivas)”. Estas personas estaban obligadas a “no vender, trocar, cambiar hasta por cuatro años las tierras que se les otorgaban a persona privilegiada, iglesia, monasterio, o a cualquier otra persona de cualquier calidad que sea, so pena de perder su derecho”.  

En la zona de Nicaragua hoy día conocida como departamentos de Rivas y Granada hasta lo que hoy se conoce como Nicoya y Guanacaste en Costa Rica, en los primeros siglos de la era colonial española floreció el negocio del cultivo de añil, cochinilla, cacao, cría de ganado y procesamiento de productos de sus pieles, para exportación hacia España, vía Guatemala, México, Panamá, Cartagena, las Filipinas, a China, desde Acapulco y Veracruz. Algunos de los nombres y apellidos de las personas mencionadas por el Inquisidor Padre Villareal que llegaron a Nandaime, son los siguientes: Luis Serrano de Espinosa, Francisco Lugo, Bartolo Cea y Rueda, María Yánez, Gabriel Álvarez de Montalbán, Pedro de Sandoval Guerrero, Isabel Berdugo, Juan Ruiz de Ocaña, Juana González de la Rosa, Juan Vado, Beatriz de Leiva y Francisco Billachica, entre otros, todos apellidos de origen hebreo español. 

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