EL MARCAPÁGINAS – Tan interesante el autor como el texto, Sayed Kashua y su Segunda persona del singular editado por Galaxia Gutenberg nos permiten -indica Raquel García Lozano- aproximarnos a la realidad de los árabes-israelíes -el 20% de la población de Israel- y a otro Jerusalén poco habitual en nuestras incursiones por la literatura de ese país.
El tema de la identidad, o lo que queda -bueno y malo- de la cultura a la que se pertenece por nacimiento que surge bajo el barniz de la buscada asimilación, el amor, los celos, la mentira, la generosidad… son algunos de los temas tratados en esta novela que se lee del tirón y que protagonizan un abogado sin nombre y un joven que decide ser otro.
Eran Riklis rodaría en 2014 Mis hijos tomando parte del argumento de esta tercera novela de Kashua: “Uno de los mejores abogados criminalistas de Jerusalén, de origen árabe, tiene la vida que siempre ha ambicionado: un despacho en la zona judía de la ciudad, una gran casa, un Mercedes, habla árabe y hebreo y está enamorado de su mujer y de sus dos hijos. Para cultivar su imagen de sofisticado árabe israelí, acostumbra a visitar las librerías. En una ocasión decide comprar un ejemplar de segunda mano de La sonata a Kreutzer de Tolstói, un libro que su mujer le ha recomendado a menudo. Cuando abre el volumen, encuentra una carta, escrita en árabe, con la letra inconfundible de su mujer: «Te he estado esperando, pero no viniste. Espero que todo esté bien. Quiero darte las gracias por la noche de ayer. Fue maravilloso. ¿Me llamarás mañana?».
El mundo se desmorona a su alrededor. Consumido por la sospecha y los celos, el abogado sólo imagina la venganza, el asesinato, después el divorcio. Pero finalmente, decide ir al encuentro del anterior propietario del libro, un hombre llamado Yonatán, cuya identidad es mucho más compleja de lo que parece y su vida más cercana a la del propio abogado de lo que podría esperarse. Escrito con un maravilloso sentido del humor, Segunda persona del singular es un delicioso y complejo misterio psicológico y un retrato abrasador de dos individuos a la búsqueda de su propia verdad en una sociedad fatalmente dividida”.