EL MICRÓFONO DE ALICIA PERRIS – Al borde de su estreno, charlamos telefónicamente con el coreógrafo israelí de Marat-Sade, Sharon Fridman, un asiduo invitado nuestro. La sala Fernando Arrabal de Naves del Español en Matadero, espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, acoge una nueva producción del Teatro Español, que recupera uno de los textos fundamentales del teatro del siglo XX: Marat-Sade, persecución y asesinato de Jean Paul Marat representados por el grupo teatral de la casa de salud de Charenton bajo la dirección del señor de Sade, del dramaturgo judío Peter Weiss. En la dirección, Luis Luque.
Este espacio se convertirá así, durante unas semanas, en una gran casa de salud mental donde un grupo de pacientes/actores representan parajes acerca de un tiempo posterior al comienzo de la Revolución francesa. El espectáculo, que estará en cartel hasta mediados de febrero, presenta la obra cumbre de Weiss –Marat-Sade en su título abreviado–, escrita en los años 60 y aborda los años posteriores al comienzo de la Revolución francesa. En esta historia metateatral de “teatro dentro del teatro”, un grupo de pacientes de la casa de salud de Charenton, dirigidos por su residente más ilustre, el Marqués de Sade, representan los hechos históricos que condujeron al asesinato del revolucionario Jean Paul Marat, apuñalado por la joven campesina Charlotte Corday. Una representación que suscita un intenso debate filosófico entre las ideas del propio Sade y las del revolucionario Marat.
Es una propuesta de un gran equipo de creadoras, actores y actrices que, junto a la arriesgada visión del coreógrafo israelí Sharon Fridman, aporta cierta distorsión poética a un texto sin duda formidable y completamente contemporáneo. Un espectáculo que confiere una relevancia especial a la música, el movimiento y la luz. Luis Luque, el director de la producción, opina que “Nos encontramos ante una obra con gran carga poética sobre el poder de lo colectivo frente al pensamiento nihilista. Este texto bebe del Teatro de la Crueldad de Artaud, se inspira en del Teatro Pobre de Grotowski y tiene una clara influencia de Bertolt Brecht”.
Una nueva oportunidad para hablar con Sharon Fridman de danza, pero también de historia, de filosofía y del hecho irrevocable y dramático de, ser humanos y formar parte del territorio, a veces “ancho y ajeno”, que nos rodea. Los acompaña la música de Edith Piaf, incluida en el montaje. Disfrútenlo y cuídense, para cuidar a los demás. Shalom!
Alicia Perris
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