TRIBUTO: HISTORIAS QUE CONSTRUYEN MEMORIA DE LA SHOÁ, CON CECILIA LEVIT – Shela Alteratz nació en 1934 en Štip, Macedonia, siendo la benjamina de una familia de cuatro hijos. El padre, David Sion, falleció antes de la guerra. En abril de 1941 Macedonia fue ocupada y anexada a Bulgaria. El 11 de marzo de 1943, Shela y su familia fueron expulsados a la estación de trenes local y sus posesiones fueron saqueadas. La familia fue obligada a subir a vagones de ganado, junto con centenares de miembros de la comunidad judía, y deportados a los almacenes de la fábrica de cigarrillos “Monopol” en Skopie, donde fueron retenidos en condiciones en las que reinaban el hambre, el hacinamiento y la inmundicia. Su hermana Bella recibió autorización para abandonar el predio de “Monopol” por tener ciudadanía italiana. Antes de salir la madre –Dudun- empujó a Shela a sus brazos diciéndole en ladino: “Llévate a la pequeña”. Después de que ambas salieron, los habitantes del sitio fueron obligados a golpes y gritos a subir a trenes de carga. Todos los miembros de la familia fueron asesinados en Treblinka. Shela enfermó de tifus y tuvo que ser hospitalizada, pero debió huir debido a una delación. Ella y la amiga Sonia fueron arrestadas y encerradas en la cárcel de Pristina, de donde fueron trasladadas a un campo de concentración para presos políticos. Después de que el campo fue liberado por el Ejército Rojo, Shela fue llevada a un orfanato en Belgrado. Allí, en compañía de otros niños golpeados como ella, sintió que podía llorar y sentirse niña. Durante cuatro años recibió cuidados en el orfanato. El 29 de julio de 1949 emigró a Israel. Shela tiene cuatro hijos, diez nietos y tres bisnietos.
Shela Alteratz: toma esta chiquitika
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