ÓPERA JUDAICA – La obra que os proponemos no es una ópera, sino música para una obra de teatro escrita por Shakespeare. Felix Mendelssohn había compuesto en 1826 una Obertura de concierto para la misma, pero retomó la idea en 1842, añadiendo música incidental que incorporaba dicha obertura y que incluye la famosa marcha nupcial. Algunas de las piezas que conforman la música incidental están cantadas lo que justifica su inclusión en esta sección dedicada al canto lírico. La oiremos en una grabación de 1960 con Otto Klemperer al frente de la Philarmonia Orchestra, con las voces solistas de Heather Harper y Janet Baker.
La semana pasada brindamos algunos datos biográficos sobre Klemperer, que nació en Breslau en 1885 y murió en 1973, y cómo de fulgurante fue su ascenso como director de orquesta desde muy joven hasta la llegada del nazismo, cuando tuvo que exiliarse por su origen judío (aunque se había convertido hacía tiempo al cristianismo). Estableció entonces su residencia en EE.UU. donde fue director titular de la Filarmónica de Los Ángeles. Pero tras sufrir una operación por un tumor cerebral en 1939, sufrió diversos trastornos depresivos, y tuvo que dejar la titularidad de la orquesta tras diversos incidentes, que provocaron que ninguna otra orquesta norteamericana le ofreciera un puesto estable. Acabada la guerra volvió a Europa donde dirigió del 47 al 50 la ópera de Budapest y luego en varios países, desarrollando una intensa labor de grabación, especialmente con la orquesta que hoy escuchamos. Marcado por la amarga experiencia del exilio, abandonó a partir de 1945 el repertorio moderno (a excepción de Mahler) y se consagró al gran repertorio austrogermánico del clasicismo y romanticismo.