FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD –
Guion: Nadav Shirman. Basado en el libro “El Hijo de Hamas” de Mosab Hassan Yousef. Premios: Academia de Cine Israelí, Mejor Documental. Doc Aviv, Mejor edición. Festival de Moscú, Premio del Público. Sundance Film Festival, Premio del Público
Aunque generalmente el suspenso se asocia a las películas de acción y misterio, algunas veces un documental puede resultar más intrigante que una película de ficción. Conocido en el mundo del espionaje como The Green Prince, el palestino Mosab Hassan Yousef es hijo de uno de los fundadores del grupo Hamas, Hassan Yousef, y autor del libro “El hijo de Hamas” que inspiró la película.
A mediados de los 90, cuando cumple 17 años, Mosab, cansado de ver a su padre arrestado por las fuerzas israelíes una y otra vez, compra armas y organiza un complot. Descubierto por la seguridad israelí, el joven es arrestado y sus captores le proponen trabajar como espía para Israel. Mosab no tiene intención de traicionar su causa, pero acepta para librarse.
Gonen, su instructor, al comienzo del documental dice que el reclutamiento de Yousef “fue el principio del final de mi carrera”. Esto contrasta con el precio psicológico y humano que Yousef debe pagar al ser reclutado por el Shin Bet. La decisión de Mosab de convertirse en informante tiene un alto coste para él. Nos habla del concepto de deshonor en su cultura y sobre el inmenso dolor que siente violando la noción profundamente arraigada de honrar a su familia.
A medida que transcurre el documental, Mosab sufre una paulatina pérdida de identidad, cree que está desempeñándose en dos mundos diferentes: por un lado, el verdadero, actuando como el informante; por el otro haciendo creer que está combatiendo a los israelíes hasta llegar a ser encarcelado como si se tratara de un palestino enemigo. Esto va revelando una conducta sumamente compleja y contradictoria ya que se justifica actuando como informante pero creyendo que al hacerlo también sirve indirectamente a la causa palestina.
El documental, que además incluye material de archivo, logra intrigar a la vez que genera momentos de gran tensión y ofrece al espectador ciertos detalles vinculados a las operaciones de Shin Bet y sobre la forma de actuación de sus espías reclutados. El relato va adquiriendo otro cariz en la segunda mitad gracias a la especial relación que se establece entre el espía y su instructor; así, partiendo de un comienzo frío donde cada una de las partes se esfuerza en ganar la confianza del otro, acaba transformándose en un sentimiento de amistad entre ambos.
En lugar de utilizar el culto al héroe o la simple acusación, Schirman deja que sus protagonistas cuenten su historia a la cámara. Al igual que en la mejor ficción, estas dos vidas se entrelazan de una manera compleja y convincente. “The Green Prince” es un documental provocador y efectivo. El espectador se ve obligado a sopesar la vida de los dos protagonistas, las dolorosas decisiones que deben tomar y a plantearse si sería capaz de tomar esas mismas decisiones. El cineasta Nadav Schirman explora la amistad y el afecto, pero también la carga de odio que une a los dos personajes. Mosab, por ejemplo, crea su propio código de honor para sobreponerse a la vergüenza de que su familia y su país lo rechacen por traidor.
En una de las escenas culminantes del filme, Mosab evita un complot para asesinar a su padre y negocia su arresto. Replicando el pasaje bíblico de la ultima cena, Mosab prepara comida para su padre antes de que lleguen a arrestarlo.
Utilizando imágenes de archivo, Schirman agrega intensidad al conflicto que viven los dos personajes, pero el cineasta nunca toma partido por ninguno de los dos bandos.