“The Infidel” (2010), de Josh Appignanesi (Reino Unido)
FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD –
Guion: David Baddiel. Reparto: Omid Djalili, Archie Panjabi, Matt Lucas, Richard Schiff, Yigal Naor
Mahmud es un inglés de religión musulmana que vive felizmente junto a su familia. Un buen día descubre que es adoptado y decide averiguar el paradero de sus padres biológicos. Mahmud es judío de nacimiento y musulmán por adopción. El terrible secreto lo atormenta al punto que decide ir en busca de su padre biológico. Con la ayuda de su singular vecino judío, Mahmud está dispuesto a aprender sobre el judaísmo. Las cosas se complican cuando su hijo Rashid se compromete con la hija del líder musulmán más importante de Inglaterra.
La identidad étnica y los conflictos religiosos siempre han sido temas frecuentes tanto en la comedia como en el drama, por la cantidad de matices que proporcionan. Con The Infidel, el autor judío David Baddiel se atreve con el tema en un momento en el que los conflictos y los enfrentamientos están a la orden del día. El protagonista del filme, Mahmud, es un musulmán, socio de una compañía de furgonetas de Londres, casado y padre de dos hijos. Paquistaní musulmán de segunda generación, musulmán moderado y occidental, y por supuesto ligeramente antisemita. Su hijo Rashid está a punto de comprometerse con la hija de Arshad Al-Masri, un ilustre Imán, y por su hijo Mahmud está dispuesto a demostrar que es un buen musulmán.
Un día, limpiando las papeles de su madre descubre que ha sido adoptado y se dirige a la oficina correspondiente para averiguar quiénes fueron sus verdaderos padres. En una escena cómica brillante en la agencia de adopciones donde debe tratar con una eficiente burócrata que no está dispuesta a darle la información que necesita, Mahmud consigue hacerse con el expediente de su adopción y descubre horrorizado su verdadera identidad: su nombre de nacimiento es Solly Shimshillewitz, y por lo tanto es judío.
Esto da pie a una sucesión de escenas de un ritmo trepidante y gran comicidad, basadas principalmente en una serie de diálogos con distintos personajes: su familia, un imán liberal, compañeros de trabajo; en estas conversaciones Mahmud intenta comprender y aceptar su nueva situación, lo que también le lleva a entablar la relación mas interesante de la película con su vecino Lenny Goldberg, un taxista cínico y ocurrente, norteamericano y judío, interpretado magistralmente por Richard Schiff. Por una parte, Mahmud intenta convertirse en un musulmán devoto para impresionar al suegro de su hijo, y por la otra necesita aprender todo lo posible sobre judaísmo para poder aprobar el examen de un rabino ortodoxo y ver a su padre biológico, ingresado en una residencia de ancianos, Lenny se convierte en su mentor y maestro.
Josh Appignanesi consigue una película con todo el encanto del humor británico: es ácida, repulsiva y sarcástica. “No quería burlarme de nadie”, cuenta Appignanensi, “sino ironizar con el mal uso que a menudo se hace de la religión”. Y lo consigue, aprovechando la energía y el talento de una especie de Homer Simpson musulmán (Omid Djalili) que sabe cómo conquistar al público. El filme también saca a relucir todos los tópicos antisemitas presentes en la sociedad británica: no sólo pretende hacernos reír, sino que también quiere hacernos pensar.
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