DE ACTUALIDAD – La localidad portuguesa de Bragança (en la zona limítrofe con Zamora de Tras-os-Montes, tradicional refugio de cripto-judíos después de las expulsiones a ambos lados de la frontera) se prepara para un Congreso Internacional (Terra(s) de Sefarad) a mediados de junio, en cuya coordinación participa nuestro interlocutor, Joaquim Pinheiro.
Los más de dos milenios de presencia judía, en lo que es hoy territorio portugués, marcaron profundamente la Historia y la Cultura, así como la identidad y los ideales. De la política a la economía, de las artes y las ciencias a las costumbres más sencillas, existen hoy en día numerosas huellas de su presencia e influencia, patrimonio cada vez más valorado, redescubierto y que puede ser usado de una manera muy positiva en las dinámicas del desarrollo y cohesión territorial.
La región de Trás-os-Montes, tiene unas características favorables para el desarrollo de una estrategia de afirmación de una diversidad cultural basada en un patrimonio inmaterial de un pasado judío-cristiano todavía presente.
La dinamización patrimonial y de la identidad sefardí puede ser un punto fundamental en la recreación de vínculos de Bragança a algunos de los centros de desarrollo más grandes del mundo, lugares como Nueva York o Malasia, zonas notables del planeta donde existen muchos sefardís.
Además, el desarrollo de una estrategia sólida de contacto con familias judías, posiblemente procedentes de Bragança, puede ser, sin duda, una forma efectiva de atraer la inversión y colocar la ciudad en el mapa de prioridades, no sólo turísticas.
Por ello, la importante aportación científica llevada a cabo por el Museu Abade Baçal, y en particular el Centro de Interpretación de la Cultura Sefardí del Noreste transmontano, y Bragança Sefardí – Memorial y Centro de Documentación debe ser visto sólo como el comienzo del proceso de redescubrimiento y reconocimiento de una cultura que ayudó a forjar la identidad transmontana.