A FONDO – El alcalde de la multicultural Torremolinos, José Ortiz, comenta la génesis y desarrollo de las recientes iniciativas – la decisión de que una de las glorietas de la ciudad lleve el nombre de Avner Shalev, presidente de Yad Vashem y la creación de una apartado especial de literatura holocaústica en una de las bibliotecas municipales- que ha puesto en marcha su ayuntamiento en pro de la Memoria y la Pedagogía de la Shoá.

La glorieta Avner Shalev contará con un monumento- una menorá de siete metros- y está situada, no por casualidad,  en la calle Violeta Friedman, otro signo del cuidado y sensibilidad de Torremolinos hacia sus ciudadanos  y su comunidad judía. ” Estoy muy orgulloso de que la comunidad judía ,que tanto aporta a la ciudad, forme parte de la comunidad de Torremolinos, un referente de diversidad y convivencia” apunta José Ortiz que reitera su deseo de “impulsar la cultura sefardí, desde el orgullo y el encuentro con la historia”.

El alcalde de Torremolinos -invitado por Avner Shalev a una próxima visita a Jerusalén- también nos traslada la satisfacción del Presidente de Yad Vashem (” nos emocionó su visita, su calidad humana, su humildad”) al contemplar el interés de unos muchachos que se encontraban en la biblioteca en la que Avner realizó la donación de más de 100 libros –con la presencia de Perla Hasan de Yad Vashem y el portavoz de Ciudadanos en el ayuntamiento, David Obadía, artífices también de estas iniciativas- y en la que  insistió en la importancia de la pedagogía y el conocimiento de la Shoá entre los más jóvenes.

Algo en lo que absolutamente coincide el alcalde de Torremolinos, que ha declarado “Gracias a Avner Shalev, Torremolinos es hoy más rico en historia, cultura y conocimiento. No sólo por la donación de más de cien libros para nuestras bibliotecas que ayudará a extender el recuerdo entre nuestros vecinos, sino también por este monumento que servirá de conciencia y recuerdo para las cientos de personas que pasan diariamente por este enclave”. 

En el centro de la imagen Avner Shalev y el alcalde de Torremolinos, José Ortiz