POLIN: JUDÍOS POLACOS, CON ELZBIETA BORTKIEWICZ – Adam Czerniaków, el presidente del Consejo Judío, el Judenrat del Gueto de Varsovia, fue “para los polacos demasiado judío, para los judíos demasiado polaco”. “Esta noche no pegué ojo…” así comienza, nos cuenta nuestra colaboradora, el diario de Czerniaków, que Elzbieta Bortkiewicz ha traído al castellano.
Al principio -nos cuenta E. Bortkiewcz- ni él ni los judíos adivinaron el horror que se avecinaba. El presidente del Consejo Judío creyó que su alemán casi perfecto, su experiencia, podrían apaciguar a los alemanes, que su trabajo podría ayudar a los judíos…pronto se dió cuenta-y sus notas así lo muestran- de que su situación y la de todos era tremendamente trágica. Elzbieta Bortkiewicz reinvindica la figura de este judío que se suicidó para evitar entregar a los suyos.
Diario del gueto de Varsovia 6 septiembre 1939 – 23 julio 1946, de Adam Czerniaków. Confluencias
¿Quién fue Adam Czerniaków? En la literatura sobre el Holocausto, su nombre aparece en el índice analítico o en una nota a pie de página, uno más entre muchos. Czerniakow se suicidó en el verano de 1942, un período letal de la historia judía, justo a media guerra. Durante la preguerra era poco conocido y desde entonces ha sido recordado vagamente. Sin embargo, en los próximos años es muy posible que aparezca en textos y estudios como no lo hizo en vida, ya que nos ha dejado un documento cuyo contenido es único. Es una especie de registro, un diario, la más importante crónica judía de esa época. —Raul Hilberg y Stanislaw Staron
La primera edición del Diario en Polonia data del año 1983. Los 25.000 ejemplares se vendieron en pocos días. Tuvo varias reediciones. La publicación polaca inauguró una serie de ediciones del Diario de Czerniaków en otros países y otros idiomas. También la versión en español, la que acaban de leer, se tradujo directamente del polaco, el idioma original del Diario. Espero que la historia de Adam Czerniaków contada por él mismo por fin llegue a mucha gente. Que el nombre de Adam Czerniaków ocupe el lugar que le corresponde en la historia del gueto de Varsovia. Sin objeciones ni dudas. Czerniaków se lo merece. —Elzbieta Bortkiewicz