Un antes y muchos después

LA PALABRA – Los puntos de inflexión históricos suponen hitos que separan una situación de otra muy distinta. A veces son hechos violentos y evidentes (como revoluciones o desastres naturales), y otras pueden resultar imperceptibles mientras tienen lugar. Por ejemplo, el descubrimiento del continente americano para la cultura europea se interpretó en un primer momento como de una mucho menor trascendencia de la que finalmente tuvo. Por el contrario, la mayoría de los regímenes totalitarios valoran su ascenso al poder como el día más importante del calendario nacional (a veces, incluso internacional, como solía celebrarse hasta hace pocas décadas la efeméride de la Revolución Bolchevique en Rusia).

¿Es exagerado pensar que lo sucedido hace escasos días en el Parlamento de las Islas Baleares supone el inicio de un nuevo ciclo? Los hechos, condensados en una Propuesta No de Ley publicada esta semana en el Boletín Oficial de dicha comunidad autónoma española, nos informan de la adopción de la definición que del antisemitismo hace la Alianza Internacional de Recuerdo del Holocausto (IHRA), incluyendo el texto una condena expresa de las acciones de boicot, desinversión y sanciones (lo que se conoce como movimiento BDS) contra Israel. En la misma semana, Argentina adoptó también dicha definición. ¿Por qué entonces la declaración balear constituye un caso tan singular? Porque, aunque España forma parte también de dicha Alianza desde sus inicios, nunca ha adoptado su definición del antisemitismo, que incluye al antisionismo y a la deslegitimación de la propia existencia de Israel. No sólo eso: los partidos coaligados en el gobierno actual de España (PSOE y Podemos) han votado reiteradamente a favor de declaraciones antiisraelíes en ayuntamientos y parlamentos autonómicos (que se han visto luego obligadas a abolir por ser ilegales y fuera de su marco constitucional de acción). En el caso balear, la propuesta se aprobó por mayoría absoluta, con el voto a favor de los diputados de los citados partidos.

¿Es este el esperado punto de inflexión y reflexión de la clase política española o quedará como una anécdota? ¿Serán represaliados los representantes de PSOE y Podemos (que gobiernan también en la comunidad balear) por sus cúpulas en Madrid o su ejemplo cundirá y sentará jurisprudencia para evitar las decenas de pronunciamientos antijudíos de los últimos tiempos? No podemos estar seguros de que habrá un único posible “después”, pero sí que hemos sido testigo de uno de esos “antes” imprescindibles, como todas aquellas iniciativas de reconciliación de España con su pasado judío hasta la después definitiva que constituyó la Ley de concesión de la nacionalidad española a los sefardíes originarios de este país, aprobada por unanimidad en el Congreso de los Diputados el 24 de junio de 2015.

Jorge Rozemblum

Director de Radio Sefarad

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