DESDE EL FRENTE – En medio del horror de la invasión masiva protagonizada por Hamás contra los kibutzím del suroeste de Israel en torno a la Franja de Gaza, un rayo de luz. El profesor de historia argentino-israelí Moty Moshe Rozen del kibutz Nir Itzjak, perteneciente a la corriente de izquierda (antiguamente Mapam) y su mujer sufrieron una invasión de su hogar mientras se refugiaban en una sala acondicionada para resistir los misiles. Intentaron que los terroristas no accedieran a la misma, pero los disparos de estos les hirieron en las manos y fueron capturados y llevados hasta la propia valla de entrada a la zona de Gaza, donde Moty y su mujer les plantaron cara y se negaron a seguir adelante como prisioneros. Lo que pasó después (más bien, lo que no pasó) fue que lograron alejarse del lugar sin que les dispararan, quizás para no alertar a posibles patrullas israelíes. Después de varias horas, fueron rescatados por los soldados israelíes y trasladados a un hospital, donde están aún recibiendo tratamiento médico. Vale la pena escuchar no sólo el relato sino también la reflexión que hace una persona que ha dedicado toda su vida a respaldar las aspiraciones independentistas de los palestinos, pero que en esta ocasión, a diferencia de tantos otros operativos y conflictos anteriores, nos habla de una terrible conclusión.
Un milagro en medio del genocidio de Hamás, con Moty Moshé Rozen
Espadas de Hierro, Gaza, Hamás, Moty Moshe Rozen, Nir Itzjak