”Una botella en el Mar de Gaza” (2011), de Thierry Binisti (Canadá, Francia e Israel)
FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD –
Guion: Thierry Binisti y Valérie Zenatti; reparto: Agathe Bonitzer, Mahmoud Shalaby, Hiam Abbass y Riff Cohen; título en V.O.: Une bouteille à la mer
Tal es una chica judía francesa que se ha instalado en Jerusalén con sus padres, y que a sus diecisiete años necesita construir su propia vida en paz y libertad. Un día envía un mensaje en una botella que lanza al mar con una nota en la que se cuestiona los motivos de un atentado en un café. La respuesta le llegará a través del ordenador de un joven de la franja de Gaza, huérfano de padre y que también sueña con una vida normal. El conflicto palestino-israelí se nos presenta en esta coproducción franco-israelí a través de la correspondencia entre ambos jóvenes.
En un mundo lleno de desesperanza, de guerra y caos, ambos añaden a las inquietudes propias de su edad las preguntas que les genera un conflicto que les ha sido impuesto. Las consecuencias se nos muestran a través de sus pensamientos, que pesar de vivir apenas a setenta y siete kilómetros de distancia, habitan mundos opuestos y enfrentados.
Las noticias más importantes son transmitidas a través de la televisión que tanto en casa de Tal como de Naím está constantemente encendida. Así nos enteraremos de el ascenso al poder de Hamás, del aniversario de la muerte de Itzjak Rabin y de los ataques sufridos en ambos territorios.
El miedo está presente en ambos bandos: los temores de Tal en el autobús, donde todos les resultan sospechosos o un bombardeo en un mercado de Gaza… La relación epistolar entre los jóvenes provoca en ambos una curiosidad y una necesidad de comprender el conflicto que los envuelve. Ambos se convierten en un apoyo que da soporte moral y esperanza a sus vidas. La verdadera razón de ser de ‘Una botella en el Mar de Gaza’ es justamente esta: contar una trabajosa historia de comprensión y progresivo respeto entre una adolescente israelí y un palestino que no se conocen, que sólo se comunican por Internet y que viven todas las contradicciones de su origen y condición. Se trata, en definitiva, de poner sobre la mesa los ingredientes para una discusión lo más civilizada posible. El resultado es una película que se ve sin grandes problemas, con una historia entre tierna y naíf, pero efectiva, y unas consecuencias que serán las que el espectador decida.
La película está basada en la novela Une bouteille dans le mer de Gaza de la escritora francesa Valérie Zenatti. A partir de sus recuerdos de Israel, donde vivió entre los 13 y los 21 años. “Fue la época en que mi conciencia política despertó. En los dos lados hay gente que sólo ve al otro como una entidad hostil, salvaje, indiferenciada”. Thierry Binisti también tenía sus motivos para adaptar la novela al cine: “Hace unos años le dije a un amigo que quería visitar Israel y me preguntó qué interés tenía irse de vacaciones bajo las bombas. Fue cuando me di cuenta de que, para mucha gente, esa era la visión de Israel, un país en guerra. Pero la vida diaria no tiene nada que ver con eso. Tanto en Israel como en Cisjordania no existe únicamente la preocupación política, aunque esté muy presente. También viven, se enamoran, satisfacen deseos… Tenía ganas de mostrar eso. Cuando descubrí el libro, tuve la sensación de tener entre las manos un texto que expresaba un estado, una mirada muy cercana a la mía, el deseo de estar a favor de ambos lados, de dar la palabra a personajes que nunca tienen la posibilidad real de hablar ni de entenderse. Me conmovió la posibilidad de sentir las dos emociones al mismo tiempo y así nació la película.”
Binisti no rehuye la construcción del conflicto para lo que utiliza secuencias que, pese a su ligereza o la poca gravedad con que se muestran, no debilitan el tono de la película. Es, de hecho, bastante inteligente suministrando la información y llevando el relato al terreno que él quiere, manejando de modo sutil todos los elementos que componen la obra (desde el reflejo de la situación que viven ambos protagonistas mediante una perspectiva humana hasta la relajación de ese marco, los pocos momentos de tensión precipitan los acontecimientos), así como tratando con moderación el material dramático con el que trabaja.
La película ha participado en los Festivales de Cine Judío de Nueva York, San Francisco y Buenos Aires entre otros, y fue nominada al Mejor guión, Mejor actor revelación y Mejor actriz revelación en los Premios Lumiére 2013.