OT: LETRAS ISRAELÍES, CON ANA BEJARANO – David Vogel no es israelí, pero sí escribió en hebreo – “el autor elige así formar parte de una minoría” apunta Ana Bejarano, ser marginal también en el idioma de su escritura- pues, aunque viajó en 1929 a Eretz Israel, su patria fue la literatura y este libro Una novela vienesa una especie de autobiografía: “tanto se parecía a su propia vida, comenta Bejarano, que por ello se piensa que no la quiso publicar”.
Vogel fue asesinado en Auschwitz, pero antes de ser deportado logró esconder sus obras en el jardín de la casa francesa donde se escondía. La investigadora Lilach Natanael encontraría el manuscrito inédito de Una novela vienesa en el archivo Gnazim de Tel Aviv en 2010…un hallazgo y una complicada edición (Vogel y sus enigmáticos subrayados) que nos permite conocer esta obra expresionista en la que los temas habituales del autor -como la relación entre judíos y no judíos- están presentes en una historia de amor triangular.
El poeta Dan Pagis lo describió así: “Un joven de 20 años vestido con ropa desteñida, con un sombrero de ala ancha y melancolía en los ojos. Un hombre de pocas palabras. Su rostro pálido siempre parecía exhausto y cansado”. Ana Bejarano añade: “Él era escritor, una persona incapacitada para cualquier otra profesión, el eterno marginado”.
Minúscula Editorial con traducción de Gerardo Lewin. Michael Rost, un joven judío con hambre de experiencias, llega a Viena. En sus andanzas nocturnas establece relaciones pasajeras con personajes variopintos: prostitutas, revolucionarios, viajeros, oficiales del ejército y hombres ricos que frecuentan casas de juego y cabarets. Cuando Peter Dean, un oscuro hombre de negocios, toma a Rost bajo su protección, este tiene por fin los medios para alquilar una habitación en casa de una familia burguesa. Aquí se deja seducir por Gertrud, la dueña de la casa, y se entrega también a una aventura con su hija adolescente. “Una novela vienesa”, que en cierto modo prefigura la “Lolita” de Vladimir Nabokov, es un relato que se halló en 2010 entre las páginas de otro manuscrito de Vogel. La novela reelabora la experiencia del escritor como emigrante en Viena y su errancia por la ciudad para reflejar, en un movimiento continuo entre los distintos personajes, el ambiente y la atmósfera vieneses en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial